" Sospecha de una acción concertada entre Evo Morales y Hugo Chávez destinada a expulsar, con diferencias de horas, a los embajadores de Estados Unidos ante Bolivia y Venezuela.

" Convencimiento de que con su actitud intervencionista sobre Bolivia, Chávez no ignora que libera la posibilidad de poner en aprietos a las diplomacias de Argentina, Brasil y Chile, en tanto que fogonea al conflicto.

" Impresión de que la crisis que jaquea a Bolivia no es un capítulo más de la larga desdicha que agita a ese país a lo largo de su historia sino el inicio de un proceso que se reasume en creciente violencia.

Éstas son algunas de las percepciones que ayer se obtenían en medios diplomáticos latinoamericanos basados en Argentina y en distintos planos del staff profesional de la Cancillería de este país.

En el Palacio San Martín, diplomáticos de carrera manifestaban su sorpresa por la expulsión, casi simultánea, de dos embajadores estadounidenses.

-Incluso y si la memoria no me traiciona, hace más de dos décadas que en Latinoamérica no se expulsaba a un embajador americano... siempre a fuerza

de recuerdo que el último fue White, un diplomático de la administración Carter que volvió loco a Stroessner con el tema de derechos humanos y lo echaron de Paraguay -dijo una de las fuentes diplomáticas argentina que conversaron ayer con este diario.

En el mismo ámbito se deslizó que no resulta aventurado relacionar ambas expulsiones a una única estrategia de La Paz y Caracas: generar un "modelo participativo" a favor de la decisión.

-No debe descartarse que lo que están buscando Evo y Chávez es alentar una ola muy emocional de respaldo a sus decisiones a lo largo del continente por parte de sectores afines, una forma de buscar protección para fortalecer sus proyectos contestarios... Lograr palenque afuera para sostener sus propios frentes internos, un espacio donde Evo Morales maneja sólo una parte y Chávez tiene crecientes problemas con la inflación -se dijo a este diario.

De las reflexiones formuladas por las fuentes, se extrae que al menos desde hace dos semanas Chávez timonea una dinámica aceleración de sus diferencias con Washington:

-No puede -se señaló a este diario en el Palacio San Martín- dejar de relacionarse la determinación de Caracas de invitar a naves rusas a hacer maniobras en el Caribe con la Armada Venezolana y el echar al embajador norteamericano... Ni lo uno ni lo otro es neutro ni se consumen en si mismo. Hay un vínculo de conductas...

Para los medios diplomáticos consultados, la crisis boliviana pone a prueba la diplomacia de esta parte del continente.

-Es una prueba de fuego de primer rango... Brasil ejerce liderazgo por gravitación. Necesita de integración con Bolivia en razón de suministro de materias primas, pero es un "global Player", opera sin compromisos ideológicos; Argentina, en cambio, ni tiene ese poder y aparece identificada ideológicamente con mucho de lo que piensan Evo y Chávez: o sea, todo un problema; Chile, por su parte, juega en otros planos y con menor poder, pero necesita el gas boliviano vía Argentina -se comentó en ligera revista a la geopolítica del Cono Sur.

Un espacio siempre con mucha retórica y poco poder a la hora de la política internacional.

CARLOS TORRENGO