LA PAZ (AP/AFP) - El presidente Evo Morales convocó a los prefectos (gobernadores) opositores para un diálogo y que estos aceptaron la invitación, luego de violentos disturbios esta semana en los que murieron unas 15 personas. Morales recibió anoche al prefecto de Tarija, Mario Cossío, en la primera reunión para la pacificación del país andino tras 19 días de conflicto. "La primera tarea es pacificar el país y esperamos coincidir en ello con el presidente Morales. Nuestra presencia tiene que ver con esa voluntad clara de establecer las bases y ojalá abrir un proceso de diálogo que permita concluir con un gran acuerdo nacional de reconciliación nacional", dijo Cossío al ingresar al encuentro.

Cossío instó a que las partes en conflicto expresen toda la voluntad posible para la pacificación de varias regiones de Pando, Beni, Tarija, Santa Cruz, y Chuquisaca.

Luego se pretende elaborar una agenda de discusión, definir la metodología de trabajo y establecer la presencia de los facilitadores del proceso de diálogo entre el gobierno y las regiones opositoras.

En tanto, el gobierno boliviano dictó anoche el estado de sitio (limitación de libertades constitucionales) en el convulso departamento de Pando (norte) donde se efectúan actos de vandalismo y saqueos de la propiedad privada, informó el ministro de Defensa, Walker San Miguel.

Varios gobiernos latinoamericanos manifestaron su respaldo a Morales ante la crisis y el grupo de países amigos de Bolivia, constituido por Argentina, Colombia y Brasil, intenta gestionar un diálogo entre el gobierno de Morales y la oposición. 

Incluso, el presidente venezolano Hugo Chávez manifestó el jueves su disposición a defender militarmente a Morales ante un posible movimiento en su contra. Pero el jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Luis Trigo, le replicó . "No permitiremos que ningún militar de fuerza extranjera pise territorio nacional'', dijo Trigo, que se ha manifestado leal a Morales.

Trigo y los otros comandantes castrenses comparten actos públicos con el mandatario, y dieron su apoyo al orden "legalmente constituido''.

En tanto, el ministro boliviano de Defensa, Walker San Miguel, anunció anoche que entró en vigor un estado de sitio sólo en el departamento de Pando para evitar más muertes y hechos de violencia. Su colega, Alfredo Rada, ministro de Gobierno (Interior), confirmó que el jueves se vivieron "momentos de terror e inusual violencia" contra campesinos . La región amazónica se convirtió en epicentro de una convulsión social con sendos enfrentamientos que dejaron al menos 15 muertos, 14 de ellos campesinos afines a Morales y otro que era funcionario de la prefectura de Pando.

Los campesinos se dirigían desde Porvenir, 1.200 kilómetros al norte de La Paz, a Cobija para participar en marchas de protesta contra el prefecto Fernández debido a que respalda la demanda de otros cuatro departamentos para pedir la devolución de un impuesto de hidrocarburos.

En la capital, un centenar de personas marcharon en la embajada estadounidense en La Paz para exigir la salida inmediata del expulsado embajador Philip Goldberg .

La violencia se desbordó el martes en Santa Cruz con la toma y saqueo de oficinas del gobierno y empresas estatales. Se extendió a Beni y Tarija . Aunque las protestas se iniciaron por la devolución de los fondos que el gobierno descontó a las regiones para pagar un bono a los ancianos, la disputa es esencialmente el rechazo de regiones que impulsan su autonomía al proyecto constitucional que promueve Morales, que debe ser aprobado en referendo.