MIAMI (DPA) - La inminente cercanía del gigantesco huracán "Ike", con una extensa área de influencia de casi 200 kilómetros desde el centro, incrementó ayer la altura del mar en las zonas bajas de Texas, donde han sido evacuadas más de 200.000 personas.
"Ike" continúa con vientos sostenidos de 165 kilómetros por hora, categoría 2 en la escala Saffir-Simpson. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos mantiene bajo "aviso de huracán" a una zona que se extiende desde Morgan City, en Louisiana, hasta el puerto de Arkansas, Texas, áreas en las que poco a poco se deteriorará el tiempo por el avance del fenómeno tropical.
De acuerdo con la autoridades de Houston, el mayor peligro se cierne sobre la isla de Galveston, un área muy baja, que enfrentará marejadas ciclónicas y enormes olas que pueden sumergir bajo el agua a todas las viviendas. "Enfrentarán una muerte segura" si permanecen en sus viviendas cuando llegue el huracán, advirtió en un dramático parte el Servicio de Meteorología de Estados Unidos a los habitantes de esa zona costera, donde las olas pueden sobrepasar los siete metros, de acuerdo con las predicciones.
A pesar de todas las indicaciones, en las últimas horas ha sido preciso evacuar en helicópteros a decenas de residentes que no obedecieron las órdenes y ya sus vidas estaban en peligro por la altura de las aguas.