CHIMPAY (AVM).- Desde el jueves, una empresa contratada por Vialidad Nacional comenzó con los primeros arreglos en el corte del kilómetro 1.046 de la ruta nacional 22, que obligó a derivar el tránsito por un peligroso by pass. Los trabajos se extenderán por espacio de noventa días. La obra tiene un costo de ochocientos veinte mil pesos.
El by pass está desde enero, cuando a raíz de una tormenta el lodo se tapó el escurridor e hizo que el agua pasara por encima de la ruta, hasta terminar cediendo por el empuje y agrietando en gran parte el asfalto. Desde ahí en adelante, infinidad de accidentes ocurrieron en el kilómetro 1.046, totalizando un promedio de un accidente cada dos semanas, cifra que se elevó en forma considerable en el bimestre julio-agosto.
El primer trabajo que realizó la empresa Arideros de Luis Beltrán tiene que ver con el ensanche del by pass para obtener, en tanto, una mejor circulación por el lugar. Dicho trabajo lo ejecutó una cuadrilla de operarios de la firma y una motoniveladora.
Los obreros realizaron el cateo del caño de gas de doce pulgadas, el que hubo que acomodar para que no se rompa con los trabajos que están efectuando. En la jornada de ayer comenzaron con la tarea de mejorar el piso del desagote que pasa por debajo de la traza, para que una retroexcavadora pueda empezar a sacar el material amontonado en la alcantarilla, como piedras, pedazos de asfalto y canastos de ripio.
La remoción de los escombros comenzará en los primeros días de la semana que viene, una vez que la Caterpilar 980 termine con el mejoramiento del piso.
"Ahora se comenzó a remover los escombros, demoler la alcantarilla que colapsó y tratar de limpiar el terreno para comenzar a construir la nueva", expresó Marcelo Della Vedova, uno de los titulares de la firma contratada.
La alcantarilla que comenzará a construirse próximamente -que servirá de escurridor de la zona de bardas y desembocará por los cañadones en el río Negro- tendrá tres "luces" de cinco metros de ancho por dos de alto y una defensa aluvional aguas abajo que consistirá de "colchonetas" para contener el terraplén y la turbulencia de las aguas que descarga.
Una vez terminada la alcantarilla hasta la altura del asfalto, se realizará una carpeta de tránsito de hormigón y cuando llegue el momento de la repavimentación de la ruta, ésta quedará por debajo de la misma.