BUENOS AIRES (ABA).- El triple crimen de General Rodríguez, que destapó el negocio ilegal de la efedrina y salpicó de sospechas el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner, podría cobrarse ahora la primera víctima política en el Gabinete.
Según contaron importantes funcionarios, la Casa Rosada tiene decidido remover de su cargo al Superintendente de Servicios de Salud (SSS), Héctor Capaccioli, ex recaudador de la campaña de la actual presidenta. El cambio se produciría en el mediano plazo, para evitar que el Gobierno de una imagen de debilidad en medio de la investigación judicial y periodística sobre cómo y quiénes pusieron plata que Cristina llegue a la Presidencia.
El principal impulsor de este recambio es el jefe de Gabinete, Sergio Massa, superior político de Capaccioli, que podría entonces promover a un hombre propio en la SSS, un organismo que se encarga de controlar los fondos de las obras sociales y tiene un presupuesto multimillonario. Según pudo saber "Río Negro", Massa postula como reemplazante de Capaccioli a Javier Goñi, un funcionario de confianza de la ministra de Salud, Graciela Ocaña, con la que trabajó en el PAMI como jefe de promoción social.
Capacciolli jamás lo va admitir en público, pero sabe desde hace varias semanas que tanto Massa como Ocaña le quitaron el apoyo. El titular de la SSS, sin embargo, no tiene pensado por ahora renunciar: uno de los que se aconsejó que debía quedarse y aguantar el embate mediático y político del propio Gobierno fue Alberto Fernández, el ex jefe de Gabinete, su aliado en al PJ porteño y ex compañero de secundario.
Es que uno de los principales objetivos de Massa desde que asumió en su puesto fue "copar" las diferentes secretarías donde Fernández tenía influencia directa. Intentó, en vano, remover a la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti; y también inició una embestida contra el Secretario de Medios, Enrique Albistur. Solo logró, por ahora, modificar la estructura interna de Medios y puso a funcionarios de su confianza en puestos claves. Ahora va por la SSS.
Las diferentes versiones sobre cambios en ese organismo agitan el mundo sindical. Es que la SSS es esencial para que el negocio de las obras sociales funcione como los jefes de la CGT están acostumbrados. Capaccioli había logrado hacer un equilibrio entre los pedidos del titular de la central obrera, el camionero Hugo Moyano; y los "Gordos" e "independientes". Tiene buena relación con todos. A principios de año, repartió 47 millones de pesos en subsidios para que las obras sociales de la CGT traten diferentes tipos de enfermedades delicadas. Los beneficiarios de esos fondos fueron casi todos los gremios cercanos al moyanismo. Este diario pudo comprobar que Moyano está al tanto de las versiones que aseguran que habrá cambios en la SSS. Pero dice no estar preocupado.
Si finalmente el proyecto de Massa se concreta, la ministra Ocaña pasaría a tener control total en ese organismo: la funcionaria es una de las mayores enemigas de los negocios de los "Gordos" y de Luis Barrionuevo. "Yo con ella estoy de diez", suele tranquilizar Moyano a sus aliados cegetistas.