SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En la segunda jornada del juicio por el violento asalto y tentativa de homicidio contra dos repartidores declaró la conductora del Fiat Palio en que huyeron los delincuentes, y pese a que el tribunal no accedió a que se careara con uno de los imputados, la sospecha sobre su presunta complicidad no pudo ser disipada con su testimonio.
Después declaró el cabo primero Angel Rojas, el policía que persiguió a los delincuentes y logró perforar dos cubiertas del auto.
El asalto se produjo a las 15 del 21 de diciembre de 2007 frente a la despensa ubicada en Los Colihues 1.098, cuando los empleados de la distribuidora "Del Lago", Gastón Alvarez y Pablo Moyano, fueron abordados por dos hombres que empuñaban un arma blanca y otra de fuego, y por una mujer, quienes les exigieron la entrega de la recaudación. Los trabajadores trataron de explicarle a los asaltantes que el camión contaba con una caja de seguridad, pero el que empuñaba el arma de fuego golpeó con la culata en la cara a Moyano, baleó a ambos en sus piernas y trató de matar a Moyano disparándole en la frente y en los testículos y a Alvarez disparándole al pecho, sin que saliese expulsado el proyectil, "acaso debido a un desperfecto del arma". Finalmente escaparon con 400 pesos que Moyano tenía en sus bolsillos, su reloj y una cadena de oro.
Viviana Zapata es la jovencita que de acuerdo con la acusación fue privada de su libertad ilegítimamente cuando los tres delincuentes abordaron su auto y la obligaron a conducir y escapar del lugar, aún con dos gomas perforadas. Pero la sospecha en su contra la introdujo con su declaración uno de los imputados, Héctor Chañapi, al asegurar que tanto ella como la cómplice femenina que nunca fue individualizada formaban parte de la banda que asaltó a los repartidores.
La joven explicó que conducía el auto de su padre por esas calles, mientras aprendía a manejar y trataba de localizar a una compañera para que le proporcionara carpetas que le permitirían preparar exámenes del secundario nocturno que estaba cursando. Ahora tratarán de ubicar y citar a esa compañera, con el único objeto de que respalde o desmienta la versión de la conductora, y al conductor asaltado, que se mudó a otra ciudad después del hecho.
El policía Angel Rojas señaló a Noel Fuentealba como quien empuñaba el arma de fuego y le disparó en cuatro oportunidades sin dar en el blanco, y realizó un minucioso relato de su participación en el evento. Reconoció a ambos imputados como quienes abordaron el Fiat Palio que pasó a pocos centímetros de él cuando emprendió la huida, y explicó que los vidrios oscuros del automóvil le impidieron ver a quien conducía. Subrayó que no quiso dispararle por la espalda a Fuentealba, que evitó realizar disparos en los lugares donde había vecinos, y que había reconocido el imputado con certeza pese a que en todo momento tenía una media de mujer que le cubría el rostro.
Finalmente la audiencia se suspendió hasta el lunes.