LA PAZ (AFP/Télam) - Grupos civiles opositores de Bolivia mantenían ayer en jaque al gobierno de Evo Morales, quien advirtió que "la paciencia tiene un límite" deslizando la posibilidad de declarar estado de sitio, tras violentas protestas por tercer día que dejaron al menos nueve muertos y afectaron el suministro de gas a Brasil y Argentina.

La crisis adquirió tal magnitud que el presidente Morales analizaba la posibilidad de dictar el estado de sitio en las regiones de la llamada "media luna" (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), según el embajador boliviano en Brasilia, René Dorfler, una posibilidad hasta ahora resistida por el mandatario.

Al creciente clima de tensión interna Morales añadió un fuerte roce diplomático con Estados Unidos, con la mutua expulsión de embajadores mientras el venezolano Hugo Chávez hacía lo propio con el diplomático estadounidense en su país.

Varios gobiernos latinoamericanos expresaron apoyo a Morales, entre ellos Brasil, Argentina Chile, Paraguay y Colombia. 

Los choques entre campesinos partidarios al presidente Evo Morales y opositores en la región amazónica fronteriza con Brasil dejaron al menos 9 víctimas fatales y fueron parte de la ola de violencia política que azota al país. Emisoras locales reportaron que ascendían a 20.

El enfrentamiento tuvo lugar desde la madrugada del jueves a 30 kilómetros de la ciudad de Cobija, capital de Pando, cuando un grupo de campesinos fue interceptado por opositores en esa región liderada por el prefecto (gobernador) opositor, Leopoldo Fernández. El comandante de la policía de Pando, coronel Silvio Magarzo, describió que los bandos se atacaron con armas de fuego en una zona selvática.

Entre los muertos hay al menos un empleado del gobierno de Pando, dos campesinos y un concejal. Además unas 60 personas resultaron heridas.

"Vamos a aguantar hasta donde podamos pero la paciencia tiene un límite'', dijo el presidente Evo Morales ante partidarios en La Paz. El mandatario reiteró su denuncia de que "empieza un golpe de estado civil, cívico-prefectural, en algunas regiones", y puso como ejemplo la toma de dependencias estatales por opositores . Morales se quejó que los opositores "agreden a las empresas del Estad " y subrayó que eso no ocurría "cuando estaba en manos de las transnacionales".

Anoche, el prefecto (gobernador) de Beni y militares acantonados en esa región del noreste de Bolivia pactaron una tregua tras violentos enfrentamientos, mientras en otras cuatro regiones del país se mantienen refriegas .

Morales afronta protestas en cinco de los nueve departamentos de Bolivia, donde sectores de oposición provocan disturbios en rechazo a la intención del gobernante socialista de aprobar en referendo un nueva Constitución. Además exigen la devolución de fondos a las prefecturas provenientes de un impuesto a los hidrocarburos -nacionalizados por Morales en mayo de 2006- que fueron destinados a la financiación de un bono anual a los ancianos.

Los hechos de violencia en cuatro regiones comenzaron el martes con la toma de oficinas del gobierno en Santa Cruz, Beni y Pando, en el oriente, y Tarija en el sur liderados por prefectos opositores

Tras la ocupación y saqueo de oficinas públicas y la toma de tres aeropuertos, los manifestantes afectaron drásticamente el bombeo de gas natural a Argentina y Brasil, que sin embargo estaba paulatinamente reanudado al caer la tarde. (ver aparte)

Las protestas obligaron a cerrar varios aeropuertos en las regiones afectadas. La aerolínea American Air Lines suspendió sus vuelos a Bolivia desde el miércoles hasta que se normalice la situación.