Viernes 12 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
La memoria, en el laberinto de la historia
Mañana se reestrena la pieza "La noche devora a sus hijos", de Daniel Veronese. Maite Aranzábal compone a la niña-mujer que rearma la historia colectiva y particular.

ROCA (AR).-Hay una sola mujer que relata. Una mujer que encarna olvidos y censuras. Una mujer que, a partir de su recuerdo debe transitar irremediablemente la historia colectiva.

Maite Aranzábal ya compuso este personaje de mujer-niña que concibió el talentoso director Daniel Veronese (creador de "El periférico de objetos", en Buenos Aires). Fue en el 2002, dirigida por Fernando Aragón, que ahora vuelve a estar al frente de este ensamble teatral Hotel Patagonia.

La obra, "La noche devora a sus hijos", que Veronese, prolífico como es, escribió justamente en un breve paso por el Valle, mientras asistía a Aragón en otra obra, subirá a escena mañana en el Club de Arte El Biombo.

"La obra -cuenta Aranzábal- alude a la época de la dictadura, a través de la memoria de una adulta-niña. Es un texto muy bello, muy poderoso, que tiene un movimiento muy cinematográfico. Está planteado como una narración pura a la que se le dio encarnadura y puesta en escena. Es una obra de teatro unipersonal, más que un monólogo".

Pero lo cierto es que Aranzábal no está sola. Un grupo de actores participa de una suerte de fotonovela que viene a formar parte de la memoria del personaje. Y es justamente en esa relación con esos personajes donde se produce el ida y vuelta con el mundo de la memoria. "En este sentido, contó Aranzábal, la obra remite a una época, se siente el legado de la dictadura vivida en el país aunque no se trabaja desde un marco institucional e histórico, sino que se sienten las lastimaduras de aquel momento".

Pasaron seis años desde la última vez que llevaron a escena esta pieza por la que fueron elegidos para representar a la región en la Fiesta Nacional del Teatro que se realizó en Mendoza.

Y desde entonces, según explicó Aranzábal a "Río Negro", la obra sólo tiene una pequeña modificación en un fragmento. "En ese fragmento había algo más para descubrir y con el tiempo transcurrido desde la última vez que la hicimos pudimos detectarlo".

Lo cierto es que volver a llevarla a escena fue también un ejercicio de la memoria como el que propone la obra de Veronese. Un ejercicio que hoy volverá a ponerse en juego sobre el escenario para que los actores y los espectadores también repasen la historia de esa mujer y, junto con ella, también la historia de los argentinos.

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