ROMA (DPA) - Una nueva polémica se desarrolla en Italia. Todo indica que tendrá un final que dejará a la prostitución como una actividad al margen de la ley. Será cuestión de tiempo.
El gobierno italiano de Silvio Berlusconi busca ahora prohibir la prostitución en las calles del país. No es un propósito menor en un país con millones de turistas y redes que operan en diversos ámbitos.
El gabinete del gobierno aprobó en el día de ayer el proyecto de ley propuesto por la ministra de Igualdad, Mara Carfagna.
Ahora sólo queda una instancia más: el visto bueno del Parlamento.
Según indica este borrador, las prostitutas y sus clientes se enfrentan a condenas de cárcel entre cinco y 15 días, así como a multas de hasta 3.000 euros (unos 4.181 dólares), en caso de no acatar la prohibición.
Serán punibles contactos sexuales donde medie dinero que tengan lugar en sitios públicos al aire libre, tales como parques o calles.
Los burdeles fueron oficialmente prohibidos en Italia hace casi 50 años, en febrero de 1958.
Caritas Italia se mostró contraria a que la prostitución tenga lugar en viviendas privadas en el futuro.
"Estos lugares son aún más inaccesibles para las fuerzas del orden y los trabajadores sociales", explicó un portavoz de la organización.
La asociación de homosexuales Arcigay comparó al gobierno con "Poncio Pilatos" y habló de "prohibiciones ideológicas". Está claro que el debate continuará pero la avanzada de Silvio Berlusconi no es menor.