BUENOS AIRES (ABA).- En la intimidad, el abogado Guillermo Ledesma se toma la cabeza y se arrepiente de haber analizado la posibilidad de defender al "valijero" Antonini Wilson en la Argentina."Fue algo profesional y por dinero. Se entusiasmaron mis hijos y yo también. Era una causa muy importante para nuestro estudio", argumenta el ex camarista fuera de micrófono, según confiaron fuentes fidedignas a "Río Negro".
Ledesma fue contactado por el abogado caraqueño Moisés Maiónica, uno de los que luego se declaró culpable y empezó a colaborar con la justicia de EE.UU. El enlace lo hizo un consultor de Capital, dedicado también a la actividad política.
"¿Yo, con este gobierno? Cero onda. Este gobierno es una porquería", afirma ahora el ex camarista que condenó a los ex comandantes de la pasada Junta Militar. "Claro - se autocrítica - , con el diario del lunes, todo es más fácil. Confío en que pasará".
Ledesma dijo ayer que Antonini le aseguró en una charla en Miami que estuvo en "la Casa Rosada con (Claudio) Uberti y (Julio) De Vido", quienes le habrían dicho que "no me preocupara que estaba todo arreglado".
Las fuentes consultadas por este diario confiaron en que durante la primera entrevista entre Antonini y Ledesma, el "valijero" le preguntó si no era parte del gobierno de Kirchner. "No, quédese tranquilo", contestó el letrado.
Antonini contó que cuando llegaron a Buenos Aires y se produjo el control que desató el escándalo, Claudio Uberti lo dejó abandonado a su suerte.
"Se encogió de hombros, como diciendo lo siento y se fue". El ciudadano norteamericano-venezolano, hoy testigo protegido de la justicia americana, reveló a Ledesma que al día siguiente se vio con el ministro de Planificación Julio De Vido y Uberti en la Casa Rosada, y que ambos le dieron seguridades de que "está todo arreglado".
"Antonini estaba muy caliente con el gobierno. Decía que lo habían dejado abandonado. Ahora me doy cuenta - expone Ledesma en privado - que cuando me contactan, él y sus amigos tenían un acuerdo con el FBI y me engancha como un boludo".
Dice Ledesma no recordar haberle señalado a Antonini que Kirchner y Chávez habían alcanzado una solución política. Es lo que más le preocupa al abogado. "Hay que escuchar toda la grabación. Lo que se conoció es una parte. Se armó para producir un gran impacto".
Ledesma sostiene que lo que se desprende de los diálogos difundidos y que lo comprometen son "conjeturas".
Insiste que "lo que más detesta de este gobierno, son sus manejos judiciales".
No obstante, el letrado manifiesta que lo que pasó en el aeroparque "no es un delito, sino una contravención aduanero, un acto inmoral, de corrupción".
En tal sentido, agrega que "seguramente hubo otros viajes y tal vez otras valijas".
"De la campaña electoral, y de que la plata era para la campaña política, en presencia mía nunca se dijo nada", afirmó Ledesma.