SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En su quinto aniversario, la Asociación de Recicladores Bariloche marchó hasta el Centro Cívico ayer para exigirle al gobierno municipal que realice "una gestión seria y segura" del vertedero, donde faltan tareas básicas de mantenimiento y condiciones dignas de trabajo.
Los manifestantes, que obstruyeron la entrada del municipio con su ruidosa protesta, se quejaron de la falta de un interlocutor válido en el gobierno comunal y reclamaron la presencia del intendente Marcelo Cascón. Como el mandatario no estaba en la ciudad entregaron su petitorio al secretario de Gobierno, Nelson Vigueras, que no pudo aplacar los ánimos de los ofuscados recicladores.
Gladys, una de las asociadas de la ARB, aseguró a "Río Negro" que no se están haciendo los venteos ni el enterramiento de la basura, lo que deteriora aún más las difíciles condiciones de trabajo que enfrentan.
"Llevamos cuatro años trabajando con la gente de la dirección de Medio Ambiente, ellos saben esto pero no hacen nada y nosotros no tenemos a quién recurrir para reclamar esto", aseguró.
Llamativamente esa tarea fue asignada a Alejandro "Taka" Nahuelquín durante la intendencia interina de Darío Barriga, mediante un nombramiento político con un sueldo cercano a los $ 5.000 pesos que fue mantenido por la actual gestión. El funcionario fue designado por la resolución 580-I-2008, que lleva la firma de Barriga y Alfredo Chara, para "desarrollar funciones políticas de coordinación de tareas de mantenimiento, saneo y orden en representación del Ejecutivo" en "el vertedero municipal".
Nahuelquín es un reconocido puntero político que desempeñó otros cargos en la gestión de Alberto Icare y continuó vinculado al municipio pese a cambio de gobierno. Además carga con una condena de dos años de prisión en suspenso por haber sido participe en un robo con escalamiento. Al menos seis manifestantes consultados por este diario desconocieron al "representante del Poder Ejecutivo" que ingresó presuroso al palacio municipal cuando terminó la protesta.
La ARB demanda la construcción de la planta de reciclado, prometida dentro del plan integral de gestión de residuos; el mejoramiento de las condiciones de trabajo; una gestión "seria y segura del actual vertedero" y el reconocimiento de la comunidad a la actividad que realizan.
"No podemos seguir trabajando a cielo abierto, en medio de la basura sin tapar y la nieve, tenemos a la mayoría de las mujeres enfermas y hace 15 días tuvimos otro accidentado" se quejó Sandra, en medio de acalorado intercambio improvisado con Vigueras. El funcionario se comprometió a darles una respuesta luego de la reunión que realizará el intendente con las distintas áreas técnicas del Ejecutivo el próximo miércoles.
La ARB está integrada por 65 familias que "recuperan" cartón, papel, plástico, vidrio y metal del manto de basura, lo enfardan y lo venden. En el petitorio la organización sostiene que "estamos recuperando 180 toneladas de residuos por mes que no van a enterramiento" y reclama un reconocimiento de la comunidad al aporte que realizan para el cuidado del medio ambiente.