SANTIAGO DE CHILE (AP) - Con la inauguración de una remodelada sala en el Palacio de Gobierno donde se suicidó el presidente Salvador Allende para evitar entregar el poder a los militares, el gobierno conmemoró ayer el aniversario del golpe que hace 35 años dio paso a una cruenta dictadura que se prolongó por 16 años y medio.

La presidenta Michelle Bachelet, acompañada por dos hijas, una nieta y la secretaria de Allende, con rosas rojas en las manos, inauguró las restauradas oficinas del derrocado mandatario, donde se ubicó el escritorio, una alfombra y una escultura que aun conserva huellas de balazos que los soldados golpistas dirigieron contra el lugar, el 11 de setiembre de 1973.

El lugar se llama ahora Salón Blanco Presidente Allende. Las oficinas originales fueron eliminadas por el régimen militar con muros y pasillos.

Bachelet dijo que la restauración de las oficinas de Allende "constituye la culminación de un largo y difícil esfuerzo de recuperación de la memoria histórica, porque (la dictadura) procuró borrar todo

vestigio de la presencia ...del presidente Salvador Allende y de la épica resistencia que opusiera en defensa de sus convicciones, de la legalidad republicana y de la nación''.

Miembros de organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, marcharon por la mañana por un costado del palacio de gobierno para dejar ofrendas florales a los pies del monumento a Allende.

También hubo un homenaje al cantautor Víctor Jara, asesinado en ese lugar, utilizado como campo de concentración.

Los militares, en tanto, concretaron su conmemoración principal al derrocamiento de Allende en la Escuela Militar, con una misa recordatoria de los caídos y de Augusto Pinochet, en la que participaron efectivos activos y retirados.