Paraguay está en llamas y ayer en el "Defensores del Chaco" hizo los deberes. Es que sin apretar al máximo el acelerador, le metió dos goles en el primer tiempo a la híbrida Venezuela y después se dedicó a regular. De esta forma, casi sin transpirar, se afirmó en lo más alto de la tabla y se aseguró la punta en soledad, a pesar de que hoy jugarán sus escoltas Argentina y Brasil.

El local fue fiel a la posición que ocupa en la tabla. Durante todo el primer tiempo presionó a Venezuela en su campo y no le permitió progresar en la cancha, aunque también es verdad que la "Vinotinto" supo defenderse y resguardar su arco.

Poco hicieron los delanteros locales hasta los 27, cuando un disparo de afuera del área de Morel Rodríguez cayó en los pies de Riveros, que la empujó al gol y salió a gritarlo como loco.

Venezuela no acusó el impacto y continuó siendo un equipo híbrido, como aquellos que temen al papelón. Paraguay olió el respeto de su adversario y se dedicó a hacer la "plancha", a mover el balón con la única intención de que corra el tiempo.

Así estuvo todo, realmente aburrido, hasta los 45, cuando un pelotazo largo y una falla de la defensa visitante le permitió a Haedo poner el 2-0.

La segunda parte fue igual de aburrida, con el agravante que no hubo goles. Los "guaraníes" se relajaron al máximo y del otro lado, la "Vinotinto" sólo se aproximó con dos disparos de media distancia de Arango que pasaron desviados y no causaron peligro.

Paraguay tuvo un par de oportunidades que resolvió bien Renny Vega, pero en los segundos 45 le costó sorprender. La más clara la tuvo a los 37, cuando Santa Cruz perdió el mano a mano con el arquero venezolano y en el rebote el que se lo perdió fue Dante.

La contestación cayó un minuto después, en la única llegada de peligro de la visita, que dilapidó el delantero Guerra. De ahí en más, sólo hubo tiempo para el festejo local.