CIPOLLETTI (AC).- Juan Carlos Aguirre fue absuelto por el crimen de Ana Zerdán, pero las tres personas que avalaron sus dichos siguen vinculadas a una causa por presunto falso testimonio. Ayer fueron citados a indagatoria la ex pareja de Aguirre, Marta Marinozzi, el ex presidente de la cooperadora de la subcomisaría 77 Emilio Blanes y el ex jefe de esa unidad (actualmente en la Regional Primera de Viedma) Leonardo Riveros.
A la mujer le reprogramaron la audiencia para el 15, a las 12, porque designó como abogado a Jorge Larrea, quien ayer no podía estar presente en el acto. Blanes supuestamente estaba convocado para las 10 pero por causas que se desconocen no asistió. Y a las 11.30 ingresó Riveros.
"Ratificó lo que dijo en el debate", aseguró su defensor, Gustavo Lucero. Riveros había dicho que el 17 de setiembre de 1999, día del crimen de la bioquímica, estuvo con Juan Carlos Aguirre en Roca. En el juicio aseguró que el encuentro se produjo "después de las 19, alrededor de las 20". Lo mismo que ratificó ayer.
Las denuncias contra los tres fueron formuladas por el fiscal de Cámara Ricardo Maggi durante el debate. El fiscal le creyó a dos mecánicos que fueron testigos y consideró que los tres denunciados podrían haber mentido con el propósito de favorecer a Juan Carlos Aguirre, teniendo en cuenta que en el horario en que existían contradicciones -entre las 20.30 y las 22 del 17- habría ocurrido el homicidio.
En su alegato, Larrea, también defensor de Aguirre padre e hijo, retrucó denunciando a varios testigos por presunto falso testimonio, entre los que incluyó a los mecánicos.
La Cámara Segunda -que absolvió a los dos imputados- en la sentencia alivió la situación de todos los denunciados. Entre sus párrafos los camaristas mencionaron que no encontraban razones para entender por qué unos u otros podrían haber mentido. "Si no encontramos razón para que mientan debemos armonizar estos dichos", expresaron.
Fue la frase que reflotó ayer el defensor de Riveros. "Esta causa no tiene razón de ser", enfatizó Lucero. Dijo que la denuncia de Maggi fue "totalmente arbitraria, apresurada" porque tendría que haber esperado el fallo. Además se quejó porque la Justicia obligó a actuar en esta causa a la fiscal Silvana García, quien en la primera etapa de la investigación "fue apoderada de los hermanos de Zerdán".