"Es muy emocionante formar parte del inicio de una nueva era científica", resumió María Teresa Dova, una de los científicos argentinos que participan del proyecto. Dova es jefa del Centro de Altas energías de la Universidad de La Plata, y una de las dos cabezas que representarán a la Argentina en el LHC ginebrino. Junto con Ricardo Piegaia, de la UBA, estará al frente de un grupo nacional de estudiantes de doctorado instalados en Suiza.

No serán los únicos argentinos. Hay otros, como Jorge Mikenberg, pero que representa a una institución extranjera, el Instituto de Ciencias Weizmann (Israel). Los científicos han desechado los temores surgidos a partir de que la eventual formación de un agujero negro pudiese "tragarse" a la Tierra. Un amparo judicial fue presentado en Hawaii para frenar el proyecto pero fue rechazado.