La rivalidad futbolística entre Argentina y Brasil se coló ayer en tónica de humor en el discurso de la presidenta Cristina Fernández, quien dio por superado un nuevo "obstáculo" en la integración bilateral tras el reconocimiento por parte de su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, de que el argentino Lionel Messi es el "mejor jugador del mundo".

Al hablar durante un almuerzo en Itamaraty, sede de la cancillería de Brasil, y tras puntualizar cuatro "obstáculos" para la integración, Fernández de Kirchner afirmó que el "cuarto" lo "acaba de resolver el señor presidente Lula diciendo que Lionel Messi es el mejor jugador del mundo".

Da Silva aceptó la broma estoico desde el lugar que ocupaba en la mesa principal del banquete.

El lunes pasado, el presidente de Brasil había desatado una polémica nacional en su país tras afirmar que Messi era, en su opinión, el mejor del mundo y señalar que mientras los argentinos luchaban por la pelota los brasileños "se quedan de brazos cruzados". (DyN)