SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Un hombre fue hallado muerto a orillas del arroyo Pocahullo, en pleno centro de la ciudad, con signos de haber recibido una golpiza. Anoche, la policía realizaba varios allanamientos ordenados por la Justicia, en procura de esclarecer el bárbaro homicidio, pero ya había dos detenidos como presuntos implicados. Los procedimientos apuntaban a reunir nuevas evidencias.

Uno de los aprehendidos vive en una casa del barrio de faldeos Buenos Aires Chico, donde se habría cometido el asesinato. Luego, siempre según las primeras versiones de los investigadores que fueron recogidas por este diario, junto a su compañero habría arrastrado el cuerpo hasta el arroyo que atraviesa el casco céntrico y desagua en el lago Lácar. Se desconocen los motivos del hecho ni la relación que unía a los tres hombres.

El hallazgo se produjo alrededor de las 9.30 de ayer, pero el suceso recién ganó notoriedad pública por la tarde, a propósito de los operativos.

El fiscal Manuel González, que acudió a la escena del crimen junto con el adjunto Ignacio Oyuela y el comisario Miguel Torres, de la unidad 23, dijo que la víctima tenía entre sus ropas un documento a nombre de Eriberto Manriques, de 45 años. Sin embargo, advirtió que la identidad está sujeta a confirmación, ya que deberán confrontarse las huellas dactilares con los registros pertinentes.

El infortunado sujeto tenía el rostro ensangrentado y con varios hematomas, a la vez que presentaba una lesión en el parietal izquierdo que podría haber sido la que terminó por provocarle la muerte. También tenía lesiones en el tórax, todo lo cual resultaría consistente con una brutal golpiza, que en la cabeza habría sido descargada con un objeto romo y contundente.

El cuerpo será trasladado hoy a Neuquén, donde se le practicará la autopsia que acabará por determinar las causas del deceso, aunque el diagnóstico presuntivo parecía claro para los investigadores.

Manriques -si es que se confirma la identidad- habría compartido algún momento entre la noche y las primeras horas de la mañana, con los que hasta aquí son sospechados del crimen. El sangriento desenlace se habría producido en una vivienda del barrio Buenos Aires Chico. Se trata de un ramillete de calles y casas que copian la accidentada ladera del cerro Curruhuinca, que a esa altura da de cara al arroyo Pocahullo.

La casa en cuestión está ubicada a unas decenas de metros de la costa. El cuerpo fue abandonado sobre un sector que da a la calle Héroes de Malvinas. Según comentaron fuentes vinculadas con las pesquisas, en el sitio del hallazgo resultaban evidentes las huellas del arrastre.

En la vivienda se practicaron allanamientos, que dieron como resultados elementos que serían vitales para el esclarecimiento. El fiscal González se mostró optimista sobre la pronta resolución del caso. Los operativos estaban a cargo del comisario Torres.