LA HABANA (AP) _ El mortífero huracán Ike rugía ayer sobre el centro y oriente cubano, donde destruyó viviendas, arrojó olas enormes y afectó cosechas, mientras que la capital se preparaba para el paso del fenómeno.

A lo largo de la isla un millón de personas habían sido evacuadas y los meteorólogos indicaban que el huracán podía dirigirse hacia La Habana. Ike, que golpeó a las Bahamas y empeoró inundaciones en Haití, tocó tierra en Cuba el domingo por la noche como un temible huracán de categoría 3.

Al día siguiente se debilitó a categoría 1 a medida que avanzaba a lo largo de la costa sur de Cuba, indicó el Centro Nacional de Huracanes en Miami. A las 2100 GMT del lunes, el ojo de Ike se ubicaba a unos 72 kilómetros al sureste de Cienfuegos.

La tormenta avanzaba en dirección oeste a casi 22 kilómetros por hora, y sus vientos sostenidos máximos habían descendido a casi 130 kph.

Se esperaba que el centro de la tormenta continuaría avanzando a lo largo de la costa anoche y siguiese a través del oeste de Cuba, antes de llegar al Golfo de México para hoy.

Una advertencia de huracán para los cayos de la Florida ha sido cancelada. A medida que pasaban las horas la capital cubana comenzó a sentir el peligro y sus habitantes se preparaban: cerraron ventanas con maderos, protegieron los balcones e hicieron compras de provisiones.

``Nos dijeron que estemos atentos para las evacuaciones. La verdad es que sí hay miedo'', comentó a la AP durante un recorrido por el malecón el ama de casa Nancy Laza, cuyo edificio da directamente al mar.

A pocas cuadras se instaló un centro para recibir refugiados donde habitualmente funciona un centro de alojamiento para universitarios.