La presidenta Cristina Fernández aseguró ayer en Brasil que la integración regional es "el único camino posible para superar una historia de desencuentros y fantasmas" entre ambos países. Lo afirmó en el marco de la gira que cerrará con un encuentro con el presidente Luis Inácio Lula da Silva.

La mandataria hizo declaraciones desde la localidad de Saupe, Recife, donde ayer por la tarde participó de la inauguración de la planta de energía eólica IMPSA, cuyo presidente es el empresario argentino Enrique Pescarmona.

Hoy, la presidenta asistirá como "huésped de honor" a los festejos por el Día de la Independencia de Brasil, en Brasilia, y mañana mantendrá una reunión con Lula da Silva en el Palacio del Planalto. Entre los temas que serán abordados por los mandatarios está la búsqueda de medidas tendientes a contener el avance "desleal" de productos asiáticos en la región, según dijeron representantes de los gobiernos de ambos países. (Ver aparte)

En el marco de la visita oficial al país vecino, la presidenta arribó a Brasil cerca de las 16.30 de ayer, acompañada por el canciller Jorge Taiana, el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el vocero Miguel Núñez.

Luego de realizar una recorrida por la planta fabril situada en el norte brasileño, Fernández de Kirchner cortó las cintas de apertura y brindó un discurso donde el principal enfoque se centró en la necesidad de "fortalecer" la integración regional y "desarrollar las industrias con las más alta tecnología". "Es un inmenso placer participar de una actividad en la que se genera trabajo, y más cuando a esto se le agrega algo distintivo y necesario en el proceso de integración como es la más alta tecnología", dijo la presidenta. Al tiempo que destacó la necesidad de "aunar los esfuerzos de escalas donde nosotros con una industria con más de 100 años de experiencia acumulada, conocimiento e investigación vemos cómo se debe desarrollar el grado de integración".

En Recife, la primera mandataria destacó que "estamos en una etapa fundacional en la historia" para avanzar con ese proyecto estratégico en América Latina y puso en relieve que "no son casualidad" la existencia de "gobernantes elegidos por voto popular" que comparten esa visión. "Sabemos que la integración no es una opción, es el único camino posible para remontar una historia de desencuentros y de fantasmas que, con otras intenciones intentaron sembrar" entre la Argentina y el Brasil.

"La integración con Brasil es una cuestión conceptual", dijo la presidenta, al tiempo que destacó tanto ella como su par brasileño "creen profundamente en la integración desde siempre. Somos militantes políticos, creemos en la política, y ésta es la que guía la economía de un país, y no al revés".

La jefa de Estado recordó que "siempre" comenta con su colega de Brasil, que "la historia no nos perdonaría nunca si equivocáramos el camino, si no hiciéramos todos los esfuerzos y construyéramos todas la políticas para profundizar la integración del Mercosur y de la relación bilateral entre la Argentina y Brasil". Por último, reconoció que "a veces" siente "un poquitito de envidia de Brasil y de su clase dirigente", al tiempo que destacó "la autoestima y energía positiva" que tienen en el gigante de América Latina, porque "eso también la que ayuda a construir un país". (DyN/DPA)