NEUQUÉN (AN)- Propietarios de terrenos más 18 emprendedores inscriptos dentro del desarrollo "Paseo de la Costa" desmintieron que no haya inconvenientes con la corporación estatal (Cordineu) por la cesión del 25% de las tierras. Acusaron al ente de frenar las inversiones privadas y pidieron al Ejecutivo Municipal que lo desafecte de la gestión urbanística de este sector de la ciudad.
"Si en cuatro años no pudo (Cordineu) implementar el Observatorio Ambiental ni convenir acciones concertadas con los responsables de la tierra, qué podemos esperar", inquirieron.
La movida que llevan adelante es tan fuerte que el miércoles pasado los recibió el intendente Martín Farizano, acompañado por sus colaboradores Marcelo Gamarra, Carlos Di Camillo, Carlos Cháneton y Sergio Lardiés. La reunión se extendió durante una hora y media, hasta las tres de la tarde.
"Explicamos que estamos frustrados por la falta de definiciones de Cordineu y de otros organismos municipales, que en estos años no se ha podido concretar correctamente ningún emprendimiento sin sortear trabas burocráticas perdiendo importantes oportunidades de generación de empleo genuino y la disminución del déficit habitacional", explicó Fernando Páramo, entre otros.
La nota elevada al intendente plantea que en los papeles Cordineu debe asumir un rol estratégico, el de llevar adelante la planificación y puesta en marcha de un proyecto transformador.
"Pero esta corporación -se asegura- ha demostrado desde su creación una baja capacidad de gestión", lo cual "se nota en la baja efectividad que ha tenido para la aprobación de los emprendimientos que se han tratado de desarrollar por iniciativas privadas". "Ha fracasado", sostiene.
Entre otros déficit adjudicados al ente estatal el documento cita el documento "la falta de factibilidad en los servicios y la dilación en las aprobaciones" con el consecuente freno para la construcción de viviendas y complejos habitacionales.
Aseguran que esta situación inmovilizó un capital aproximado a 360.000.000 de pesos. "Esta inversión parada absurda e innecesariamente representa un grave perjuicio, no sólo para las familias que esperan comenzar con las construcciones de sus hogares, sino para la ciudad que está sumergida en una gravísima emergencia habitacional", agrega.