BUENOS AIRES (especial) - La española Repsol abandonará la conducción de la principal petrolera argentina, YPF, que intentará de esta manera acomodar su imagen a la idea de que la mitad de la compañía quede en manos del capital argentino. Los directivos medios extranjeros que tenía la firma ya volvieron a Madrid, mientras cambia la lógica de operación de los pozos en nuestro país.

Por ahora la empresa, que fortalecerá la marca YPF, sigue presidida por el español Antonio Brufau (a la vez, titular de Repsol), pero la vicepresidencia está en manos del accionista minoritario, el Grupo Petersen, con Ezequiel Eskenazi, lo mismo que la gerencia general, en manos de su hijo Sebastián.

Los cambios en los mandos medios se expresa en un renovado equipo de comunicación que, con Sergio Resumil, gerente de Coordinación de Comunicación y Relaciones Externas, a la cabeza, se reunió ayer con representantes de medios de presa de las zonas del interior del país donde la petrolera tiene presencia.

La empresa está a punto de sacar al mercado una oferta de obligaciones negociables por 1.000 millones de dólares para financiar un plan de inversiones a tres años, que incluyen mejoras en la refinación (el parque actual está al límite y faltan combustibles en el país) y en exploración.

La empresa planea tener un canal de televisión propio de circuito cerrado en un principio para luego extenderlo a su red de estaciones de servicio. Desde 1999, YPF estaba dentro de Repsol YPF, pero hace ya unos años decidió "argentinizar" la ex petrolera estatal argentina mediante la incorporación de miembros externos en su directorio.

En ese entonces, la petrolera recuperó en Argentina el nombre YPF, pero seguía siendo subsidiaria de Repsol YPF. Este año, la familia Eskenazi adquirió el 15% de las acciones, y ahora está a apunto de quedarse con otro 10%. Repsol dejó de tener incorporado el nombre de la firma argentina en la suya.

La idea de la empresa es colocar entre el 20% y el 22% de las acciones en la Bolsa de Comercio para la incorporación de otros accionistas nacionales en el mercado bursátil. Repsol no perderá el control, pero al fin de este proceso habrá dejado de tener injerencia en la línea gerencial de operación de la empresa.

Cuando todo esto está pasado, el gobierno neuquino espera una señal de YPF para cerrar la primera de una serie de prórrogas de contratos petroleros que culminará con la extensión de todas las concesiones en territorio provincial. La empresa no da señales sobre la fecha en la que ese acuerdo se sellará.

Va a haber un replanteo de la red de estaciones de servicio y una adaptación del circuito de distribución directa. "Queremos recuperar la calidad del servicio afectado por la falta de combustibles", dijo Resumil en la reunión, realizada en un hotel de Buenos Aires, muy cerca de la tradicional y emblemática sede de YPF en Diagonal Norte.

El plan supone una modernización de la imagen de la petrolera, que tiene 11.000 empleados en todo el país.