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Los testimonios de las víctimas, la prueba principal | ||
Desde ayer y hasta octubre, las audiencias del Tribunal Oral Federal de Neuquén servirán para tomar las declaraciones de los sobrevivientes del centro clandestino de detención. | ||
NEUQUÉN (AN/ACE).- Desde ayer, los sobrevivientes de "La Escuelita" comenzaron a dar su testimonio, que conforma la principal prueba de la existencia del centro clandestino de detención en Neuquén, y la única constancia de los desaparecidos de la región. Desde que se inició el juicio contra los ocho militares acusados de delitos de lesa humanidad, se habían escuchado en las audiencias judiciales los testimonios de quienes dieron cuenta del clima imperante en el país luego del golpe del 24 de marzo de 1976, de las consecuencias del "terrorismo de Estado" en la sociedad argentina y de la denuncias de lo que ocurrió en el Alto Valle conocidas por la intervención de la diócesis neuquina que encabezaba el obispo Jaime De Nevares y por la actuación de la APDH neuquina. Con la declaración de David Lugones, Benedicto Bravo y Oscar "Tito" Paillalef en la jornada de ayer, los jueces conocieron el accionar de la metodología represiva a través de lo que les ocurrió a las víctimas del denominado "plan sistemático", que fue probado en el histórico juicio a la Junta Militar en 1984. Hasta octubre, las audiencias que se llevarán a cabo en el Tribunal Oral de Neuquén tendrán como principal prueba testimonial la declaración de los sobrevivientes del centro clandestino de detención "La Escuelita". En las primeras jornadas se conocieron los pormenores de la desaparición de Oscar Ragni, el único de los detenidos - desaparecidos en este juicio que tiene como denunciantes a otros 16 sobrevivientes de la región. Pero como dijo uno de los testigos el lunes, cuando fue llamado por la Policía Federal por la denuncia de la desaparición de Oscar Ragni los primeros días de enero de 1977, sintió miedo porque ya habían ocurrido "tantos casos". Cuando se le preguntó a qué se refería, el agrimensor Carlos Porfirio ante los jueces dijo "primero fue Darío Altomaro, luego una amiga de Jorge Domínguez que vivía frente al estudio (de arquitectura), Alicia Pifarré, luego Ragni y Domínguez", relató en medio de un silencio conmovedor en la sala, debido a que de los nombrados, sólo Altomaro resultó sobreviviente del secuestro y detención clandestina. En el juicio están acusados el jefe del batallón 181 donde funcionaba el centro clandestino, el general (r) Enrique Braulio Olea; el jefe de inteligencia del Comando, teniente coronel (r) Oscar Lorenzo Reinhold; el jefe de Personal del Comando, mayor (r) Luis Alberto Farías Barrera; el jefe del destacamento de inteligencia, coronel (r) Mario Gómez Arenas, y el médico militar acusado de supervisar la tortura, coronel (r) Hilarión Sosa. Los cinco están sospechados de ser quienes definían los secuestros y el destino de cada uno de los secuestrados, mientras que los integrantes del destacamento de inteligencia, Francisco Julio Oviedo, Jorge Eduardo Molina Ezcurra y Sergio Adolfo San Martín son sospechosos de la intervención en la tortura y destino final de cada una de las víctimas. Desde que comenzaron a declarar los testigos -victimas en este proceso, se dio a conocer cómo eran secuestrados desde sus casas o en sus lugares de trabajo por su militancia estudiantil, o en el caso de los testimonios de ayer, por su militancia política en el justicialismo. En "La Escuelita", fueron mantenidos cautivos atados y con los ojos cubiertos por una venda, sometidos a interrogatorios bajo picana eléctrica y posteriormente liberados, trasladados a otros centros clandestinos, "legalizados" en las cárceles, o desaparecidos. Varios testimonios de las últimas audiencias, pasarán a engrosar la instrucción del resto de la causa, que continúa en el juzgado a cargo de Labate. | ||
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