BUENOS AIRES (DyN).- El ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, dieron ayer otro paso en la agenda de temas pendientes para reconstruir la relación entre el mandatario provincial con la Casa Rosada luego del conflicto por el campo.
Schiaretti volverá el martes próximo a la Casa de Gobierno para asistir a la firma del convenio para el último tramo de la autopista Buenos Aires-Rosario-Córdoba junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su colega de Santa Fe, Hermes Binner.
Durante media hora, antes del acto en el que la jefa del Estado anunció la cancelación de la deuda con el Club de París, el ministro y el gobernador pudieron avanzar en el acuerdo por la Caja provisional de la provincia, el principal foco de tensión entre ambas partes en las últimas semanas.
El conflicto se produjo a partir del déficit del caja de jubilaciones que el gobierno cordobés adjudicó a la falta de pago por parte de la Nación de lo decidido en el Convenio de Armonización suscripto en el 2002. Según se supo, las partes no sólo avanzaron en el encuentro de hoy "en la reconstrucción de la relación" entre el gobierno nacional y el de la provincia, sino que se acordaron otros puntos de la agenda. En este marco, y luego de aclarar que los "fondos del plan de asistencia financiera están al día", Schiaretti se fue con la seguridad de que el viernes próximo la Nación enviará otro giro para la obra de la Central Eléctrica del Pilar.
Como parte del entendimiento logrado, Schiaretti retornará el martes venidero a la Casa Rosada para firmar el convenio de obra para el último tramo de la autopista Buenos Aires-Rosario-Córdoba, acto del que participará también su colega de Santa Fe, Hermes Binner. Durante el conflicto del gobierno nacional con el campo, el mandatario de Córdoba mantuvo una postura contraria a la Casa Rosada y fue muy crítico con las decisiones tomadas por el kirchnerismo.
Esto significó un fuerte cortocircuito entre ambas partes, discusión que comenzó a distenderse cuando -con la asunción del nuevo jefe de Gabinete, Sergio Massa- se produjo un nuevo acercamiento en la relación entre el Ejecutivo y los llamados "gobernadores rebeldes". En este camino, por orden presidencial, Schiaretti fue recibido por Randazzo para recomponer el diálogo.