SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Segunda del Crimen comenzará a debatir hoy una causa por robo con armas en grado de tentativa donde se encuentran imputados Adrián Bonefoi y Marcos Vidal Valenzuela, ambos de 28 años, dos delincuentes que ya fueron condenados por delitos similares.
En esta ocasión el fiscal Eduardo Fernández les imputa haber intentado asaltar a un vecino de los kilómetros, pero otro vecino advirtió la situación, efectuó la denuncia y los detuvieron antes de que pudieran abandonar la casa.
El episodio a debatir se produjo a las 20 del 23 de noviembre de 2006 en la vivienda de Gustavo Da Silva, situada a la altura del kilómetro 12,700 de la avenida Bustillo, cuando, según el fiscal, luego de golpear la puerta ingresaron gritando "vos me debés plata, dónde está la plata, dame el porro, quién tiene la merca". Bonefoy empuñaba en la ocasión un revólver calibre 38 con el que apuntaba a Da Silva, y después de reducirlo y revisar la vivienda durante 10 minutos se apoderaron de 320 pesos, pero no pudieron disponer del botín porque los sorprendió la policía.
A Bonefoy el fiscal le adjudica haber apuntado con su arma al cabo Guillermo Nievas antes de desistir de su actitud y arrojar el arma hacia el exterior de la vivienda, y a Vidal Valenzuela tener en su poder los 320 pesos que acababan de robarle a Da Silva.
Bonefoy tiene antecedentes, entre ellos un homicidio que cometió cuando era menor de edad, pero fue condenado por última vez el 17 de setiembre de 2006 a seis años de prisión por un robo con armas cometido en perjuicio de Horacio Etchepare, a quien golpearon luego de ingresar a su vivienda, junto a un cómplice que no fue identificado, para despojarlo de su reloj "Rolex", las llaves de su vehículo y 950 pesos. En ese domicilio encontraron el pistolón de doble caño utilizado, que era apto para el disparo, además de las ropas y los guantes que vestían. La Cámara consideró agravantes la violencia ejercida contra una víctima que no ofreció resistencia.
A Vidal Valenzuela lo condenaron a tres años y medio de prisión a comienzos de setiembre del 2000 por integrar la banda de delincuentes que el 11 de noviembre de 1999 protagonizó un audaz asalto a la sucursal local de la empresa Telefónica, que no se consumó debido al oportuno llamado de un vecino, que alertó a la policía.