El gobierno de Brasil deslindó ayer responsabilidades de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) en las escuchas telefónica ilegales a jueces del Superior Tribunal Federal (STF), aunque no descartó que algunos de sus agentes puedan estar involucrados.
El caso de las escuchas telefónicas clandestinas a miembros del alto tribunal, funcionarios y legisladores por parte de supuestos agentes de la ABIN, denunciado el fin de semana por la revista Veja, generó una crisis en el gobierno de Luiz Lula Da Silva que derivó en el desplazamiento de la cúpula de la agencia y apertura de investigaciones desde varios estamentos institucionales.
El jefe de Gabinete de Seguridad Institucional, Jorge Félix, que tiene rango ministerial y de quien depende la agencia de inteligencia, compareció ayer ante la Comisión de Investigación de Escuchas Telefónicas Clandestinas de la Cámara de Diputados, donde aseguró que "la ABIN como institución es una cosa, pero los servidores de la ABIN son seres humanos, sujetos a errores y aciertos".
"La ABIN como institución no hizo y no hace esa escucha", respondió Félix a una pregunta del relator de la comisión parlamentaria, el oficialista Nelson Pelegrino, según reportó la agencia de noticias Brasil.
El ministro aseguró que la escucha ilegal fue hecha sin respaldo institucional porque, según explicó, la interceptación de llamadas sólo se permite cuando hay sospecha de actividad delictual y una vez detectada esa posibilidad, la información es transmitida a la Policía Federal y el caso no vuelve necesariamente a la ABIN.
Además, Félix intentó desvincular del caso a la dirección de la ABIN, desplazada temporalmente el lunes por decisión de Lula, al asegurar que no le consta que estos funcionarios estén involucrados en escuchas ilegales, en especial su director general, Paulo Lacerda.
"Reafirmo mi confianza en especial en Paulo Lacerda, que tiene una de las mejores hojas de servicios prestados al país. Espero que la verdad salga a la luz", expresó. Lula explicó ayer a periodistas que la separación temporal de la cúpula de la ABIN fue decidida para "mostrar que habrá transparencia en las investigaciones".
