El Senado sesionaba esta tarde para tratar el proyecto de reestatización de Aerolíneas Argentinas (AA) y Austral, que si bien cuenta con el apoyo de la mayoría del bloque oficialista, cosecha fuertes críticas de la oposición ante la eventualidad de que el Estado termine asumiendo el pasivo que deja Marsans, su antiguo operador.
El presidente de la comisión de Infraestructura, Eric Calcagno (FPV), miembro informante del oficialismo, aconsejó aprobar el proyecto, porque "es el instrumento necesario para darle al Gobierno una herramienta de reinclusión de Aerolíneas en un proyecto industrial", opinó.
Calcagno aseguró que la propuesta que defiende el oficialismo "impide que se interrumpa y destruya el servicio aerocomercial en la Argentina", tras la retirada de Marsans del gerenciamiento de las aerolíneas. El senador también mencionó la función social y de integración territorial de implica mantener el servicio aerocomercial, pero destacó también el rédito económico que reporta al país a través de la oferta turística y de transporte de cargas, que, dijo, "es un negocio que no está explotado".
El presidente radical Gerardo Morales, quien remarcó las críticas al proyecto, advirtió que "lo que el Grupo Marsans nos tira en la cara es una empresa quebrada" y pidió que Estado no se haga cargo del pasivo de las empresas en principio estimado en 890 millones de dólares, en una situación de "vaciamiento", que adjudicó al antiguo operador. Consideró que el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, es responsable "de haber acompañado y convalidado el vaciamiento que ha realizado Marsans en Aerolíneas Argentinas y Austral".
El radical Luis Petcoff pidió el rechazo explícito del acta-acuerdo firmado por Jaime con el Grupo Marsans el 17 de julio, para que el Estado no quede sujeto a un modelo de valuación por flujos de caja que, según dijo, tiende a beneficiar al empresario privado.
El formoseño pronosticó que ante el posible fracaso de la negociación, el Poder Ejecutivo "va a terminar enviando la expropiación" de AA al Congreso "en las peores condiciones", y el pueblo argentino tendrá que "pagar los platos rotos" y asumir el pasivo que dejan los españoles.
Fuente: DyN.