| NEUQUÉN (AN/ACE).- El Tribunal Oral Federal solicitó ubicar a un ex integrante del destacamento de inteligencia que ahora actúa como vecinalista porque durante la dictadura le dijo a Antonio Oscar Ragni que conocía lo que sucedía con su hijo desaparecido. Se trata de Elio B. Paglioni, según puntualizó Ragni, quien cuando era suboficial del Ejército se ofreció a informarles sobre Oscar Alfredo, desaparecido. Actualmente sería vecinalista de la zona oeste de Neuquén capital. Ragni se lamentó no haber recordado este dato cuando se llevó a cabo la instrucción de la causa con el ex juez federal Rodolfo Rivarola, ni aún cuando se produjo la reapertura de la causa con el juez Labate. "Es que cuando había una expectativa de lograr información, y luego era rechazada, no veíamos más" a esa persona, explicó Ragni. Durante su relato detalló exhaustivamente cómo en los últimos 32 años fueron en busca de testimonios y de pruebas para aportar a la Justicia y para dar con el paradero de su hijo desaparecido en la víspera de Navidad. Recordó cómo el jefe de personal del Comando, Luis Alberto Farías Barrera, "nos mantenía con la ansiedad de alguien que nos puede traer noticias, era alguien que se presentaba como que nos podía dar respuestas y cuando estaba a punto de darlas, se retiraba. Y todo era así", dijo. Planteó que hubo un suboficial del Ejército que los buscó para darles información, y luego les negó sus aportes cuando fue llamado por la Justicia y que al igual que otras personas a las que habían acudido, Paglioni luego de decir que como personal de inteligencia le podía dar información sobre lo que había pasado con su hijo, "se desdijo". Ante estas revelaciones, la fiscalía y la Apdh solicitaron que se ubique al ex suboficial con la eventualidad de que testimonie. Ragni trabajó más de 20 años en el batallón 181 antes del golpe militar de 1976. Tenía la concesión de la cantina, y aseguró que luego de funcionar como matadero en sus inicios el edificio de La Escuelita fue reacondicionado para una caballeriza en los años 60, "en 1974 les taparon las ventanitas y reacondicionaron los boxes", según le comentaron los albañiles que se acercaban hasta la cantina del batallón. "A principios de 1975 eso se preparó para reunir allí a las víctimas de la triple A y de mi conocimiento de esos 20 años que trabajé puertas adentro del Ejército, ningún jefe de Batallón está sin saber lo que pasa adentro del perímetro", describió Ragni. Por esto dijo que el día en que él y su mujer se entrevistaron con Enrique Olea para ver qué podía hacer él ante la desaparición de su hijo, tuvo la sensación horrible de que le estaba mintiendo en su cara. "Ni Olea, ni los que lo sucedieron ni los que lo antecedieron desconocen lo que pasaba en ‘La Escuelita’", afirmó. Ragni dijo que su hijo estaba estudiando arquitectura en La Plata cuando con su novia habían decidido cambiarse a la Universidad de Buenos Aires porque la actividad de los grupos de tareas no les permitía seguir estudiando con tranquilidad. | |