Martes 02 de Septiembre de 2008 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Sociedad
Todo comenzó con un contrabando

En www.elhistoriador.com.ar Felipe Pigna cuenta un dato interesante sobre el episodio que motivó que desde 1941 se celebre en Argentina el 2 de septiembre como el Día de la Industria.

Relata Pigna: "Debe haber pocos países en el mundo, por no decir ninguno y aumentar nuestro ego, por aquello de la originalidad nacional, que para homenajear a su Industria Nacional elijan un hecho delictivo, concretamente, un episodio de contrabando.

Eso fue lo que ocurrió aquel 2 de septiembre de 1587 en el territorio que hoy conocemos como la República Argentina y que entonces pertenecía al Virreinato del Perú.

El calendario recuerda aquel 2 de septiembre de 1587 cuando zarpó del fondeadero del Riachuelo, que hacía las veces de puerto de Buenos Aires, la carabela San Antonio al mando de un tal Antonio Pereyra con rumbo al Brasil.

La San Antonio llevaba en sus bodegas un cargamento proveniente, fletado por el obispo del Tucumán Fray Francisco de Vitoria. Se trataba de tejidos y bolsas de harina producidos en la por entonces próspera Santiago del Estero.

Lo notables es que dentro de las inocentes bolsas de harina, según denunció el gobernador del Tucumán Ramírez de Velazco, viajaban camuflados varios kilos de barras de plata provenientes del Potosí, cuya exportación estaba prohibida por Real Cédula. Es decir que la 'primera exportación argentina' encubre un acto de contrabando y comercio ilegal".

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