Rafael Nadal saboreó con placer especial la victoria ante el estadounidense Sam Querrey, por 6-2, 5-7, 7-6 (7/2), 6-3, que le abrió el camino a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos. Es que "sufrió" por primera y debió dejar la vida en cada pelota.

"Lo que más me está gustando es ganar. Ahora tengo que subir la intensidad para llegar a lo más alto del torneo", aseguró el español luego de un triunfo que le permitió igualar su actuación de 2006, cuando también llegó a cuartos.

Esta fue la victoria número 74 contra sólo 8 caídas en una temporada inolvidable, que incluye 8 títulos, entre ellos los de los Juegos Olímpicos, Roland Garros y Wimbledon.

Aunque debió soportar bajones para sacarse de encima a Querrey, el zurdo de Manacor confesó que el día casi se le complica más por errores que por aciertos del rival. "Creo que si el juego fue difícil fue más por mi parte que por la suya. Cometí muchas fallas, y el juego se le complica a uno contra alguien que saca bien", señaló.

El español buscará el pase a semis ante otro local, Mardy Fish, ganador del francés Gael Monfils, por 7-5, 6-2, 6-2. Y de movida, lleva todas las de ganar ante un rival que domina con claridad (4-0) en el historial. "La estrategia es abrirle la cancha para moverlo y ver si comete errores. Ha estado jugado bien. Viene de llegar a finales en New Haven y en Indian Wells, y eso cuenta", avisó el número 1.