NEUQUÉN (AN) - Alejandro Villar fue compañero de la vida y de estudios de Oscar Ragni (hijo) y ayer, al testimoniar en el juicio a los militares acusados de ser responsables de su desaparición, reclamó: "que nos digan dónde está; qué pasó con sus restos; qué hicieron con él. Este el grito que venimos dando desde hace 30 años".
Villar sostuvo que jamás vio o conoció de su amigo alguna actividad que pudiera catalogarse de subversiva.
"Nunca lo vi ni siquiera con una gomera en el bolsillo. Y si lo hubiera sido, que hubiera hecho lo que hubiera hecho, que tuviera entonces un juicio como éste", planteó.
El testigo -médico de profesión- dijo que Ragni era una persona "leal, sincera, honesta, que infundía confianza, respeto...".
Señaló que junto a David y Osvaldo Lugones y Oscar Fosatti compartieron un tiempo actividades y departamento en La Plata, donde estuvieron radicados por motivos de estudios.
Dijo que el grupo ya se conocía de Neuquén y que compartían tanto actividades recreativas como deportivas, éstas por jugar al básquet en el colegio, las que mantuvieron en La Plata.
Recordó que en la capital bonaerense un día, en el que él estaba en esta ciudad, les allanaron el departamento que ocupaban y que fue a partir de ese episodio que algunos decidieron mudarse a otro lugar.
Ante la pregunta de los querellantes del Ceprodh, Villar dijo que no conoció a Inés Amigo, que era la novia de Ragni. Ambos estudiaban arquitectura.
El presidente del tribunal le preguntó si la situación que se vivía en La Plata era similar a la de Neuquén. "Era mucho más compleja, acá creo que no había conciencia de lo que estaba pasando", señaló.
