NEUQUÉN (AN).- Un informe oficial elaborado a partir de datos de distintas dependencias del gobierno provincial respecto de la evolución del comportamiento tributario de las comunas de segunda y tercera categoría revela que, a pesar de haber comprometido mejoras en la recaudación, la mayoría de los intendentes no logra mejorar los recursos propios en sus administraciones.
En medio de los reclamos por mayores aportes, según los datos oficiales la partida global de coparticipación durante el primer semestre del 2008 se incrementó, respecto de igual período en el 2007, en 15.000.000 de pesos, lo que se traduce en cerca de un 40% más si se consideran las cifras base: en los primeros seis meses del último año de la gestión anterior, las comunas de segunda y tercera categoría recibieron alrededor de 30.000.000 de pesos, frente a los 45.000.000 distribuidos en lo que va de este año.
De todas maneras, el aumento en las partidas no logra cubrir ni siquiera los gastos de funcionamiento, debido principalmente a dos factores: la inflación y las mayores erogaciones por crecimiento de los gastos corrientes, puntualmente en sueldos de empleados estatales. Este último es el dato que, surgido de las conclusiones de los relevamientos oficiales, genera mayores preocupaciones al interior del gobierno provincial. Una de las decisiones de gobierno adoptadas por el gobernador Jorge Sapag fue la de, según informó hace poco más de una semana durante la entrega de fondos de prefinanciamiento a productores, coparticipar cualquier incremento en la regalías que surja de las prórrogas petroleras, pero no así los fondos extraordinarios. En este caso dijo que llegarán a las comunas "en obras y servicios", pero dejó claro que será órbita de aplicación del Ejecutivo provincial.
En febrero, cuando los pedidos de los intendentes dejaron de limitarse a reclamos de los de la oposición e incluyeron a los del oficialismo, el gobierno sentó a los mandatarios propios y a unos pocos ajenos y, a cambio de un compromiso de garantizar 22.000.000 de pesos para las comunas de tercera categoría, algunas de segunda y las comisiones de fomento, exigió dos cosas: incrementar los recursos propios y no sumar trabajadores al sector público.
"Los números están a la vista. Lamentablemente no sólo no han mejorado sino que en algunos casos han disminuido su nivel de recaudación de recursos propios, con lo cual nos pone en una situación muy complicada, porque los importantes aportes de la provincia se siguen transformando en gastos de funcionamiento y pago de sueldos", indicó el ministro de Desarrollo Territorial, Leandro Bertoya. El funcionario confirmó que, en paralelo o luego de que se aprueben las prórrogas, se retomará el debate por las nuevas leyes que regulan el funcionamiento de las municipalidades y que había sido detenido en marzo.
Bertoya remarcó que, a diferencia de lo planificado, los municipios "están aumentando su dependencia de los recursos no renovables del Estado provincial, que el Estado coparticipa con la voluntad de consolidar las autonomías provinciales".
"Se ha sumado personal y no se ha mejorado la recaudación, que eran los dos componentes que pedíamos", agregó en un cuestionamiento directo a muchos de los municipios de tercera categoría, algunos de segunda y comisiones de fomento, que fueron los que suscribieron el acuerdo en febrero. Del informe oficial surgen datos que dan el marco de sustento a la situación a la que se refiere Bertoya. En el grupo de municipios de segunda categoría, los recursos propios de Mariano Moreno son del 8,47% del total que utiliza; los de Añelo, del 10%; los de Andacollo, del 17%; Piedra del Águila, 19,48%; Buta Ranquil, el 19,56; y Aluminé y Loncopué trepan hasta el 23%. En muchos de esos casos, la mitad de ese dinero se va en cubrir los gastos de los concejos deliberantes, que van de los 30.000 a los 50.000 pesos mensuales.
La situación de las municipalidades de tercera categoría es más preocupante, con casos como el de Bajada del Agrio, que sólo recauda el 1% de los recursos que utiliza. De todas maneras, cabe aclarar que existe una relación entre la cantidad de habitantes, la actividad económica de la localidad y su capacidad tributaria que deriva en que los poblados más pequeños tengan mayor dependencia del Estado.
En este grupo hay casos que se destacan por sobre el resto. El de Villa El Chocón es uno de los que más preocupa, con el 13% de su presupuesto integrado por recursos propios y que durante el primer semestre del 2008 recaudó un 38% menos que en igual período el año pasado; o el de Caviahue, que según las estadísticas oficiales, bajó un 23% su recaudación.
En las municipalidades de primera categoría los porcentajes de recaudación propia se incrementan.
