John McCain tiene un nuevo enemigo y se llama "Gustav". Mientras que el huracán se convertía el fin de semana que pasó en una amenaza cada vez mayor para la costa estadounidense, los organizadores de la Convención del Partido Republicano que se realiza hoy buscaban un programa alternativo en caso de emergencia. Al menos se espera un cambio en el tono del evento, que se preveía sería de celebración gracias al nuevo impulso que recibió el candidato presidencial con el nombramiento de la joven gobernadora Sarah Palin como su vice.
Tras el final de su congreso en Denver, con records de audiencia televisiva durante el discurso de Barack Obama, los demócratas esperaban hacerle sombra al encuentro de los republicanos, pero McCain aparentemente les amargó la fiesta. Hace tiempo que no se daba, pero esta vez ya no es Obama el que figura en los titulares de los periódicos, sino McCain.
El viernes, durante la presentación de su número dos, el candidato de 72 años pudo disfrutar del entusiasmo de sus seguidores, al que está poco habituado en esta campaña electoral. Pocas veces antes McCain tuvo que repetir "gracias, gracias" para hacerse oír en medio de un júbilo ensordecedor.
A pesar de haberse impuesto claramente por la candidatura de su partido, McCain no consiguió provocar un apoyo tan apasionado como el de Obama entre sus seguidores. Esto claramente no se modificó ahora, pero el político de 72 años recibió una necesaria inyección de energía justo a tiempo, ante su nombramiento como candidato en la Convención republicana. Pero "Gustav" podría convertirse en el aguafiestas. A pesar de todo el alboroto alrededor de la primera vicecandidata de los republicanos en la historia, no se sabe si Palin podrá convertirse en el imán, sobre todo de las mujeres e indecisos, que aparentemente McCain cree ver en ella.
A los estrategas republicanos les preocupa, según medios locales, que la falta de experiencia de Palin tenga más efectos negativos que todas las ventajas que reúne. "Me agarro de la cabeza, cómo pudo hacer esto", señaló en un correo electrónico un asesor de campaña que no quiso dar a conocer su nombre, según medios estadounidenses.
En el corto plazo parece que McCain hubiera logrado una victoria con su elección. La derecha religiosa, que se habría escandalizado con el nombramiento de un partidario del aborto como vice, está mayormente satisfecha con la conservadora madre de cinco niños, entre ellos un discapacitado. McCain calmó así a los críticos dentro de su partido que no lo consideraban suficientemente conservador y evitó controversias perjudiciales en la Convención.
El estigma de ser un peón de Bush, después de que en el Senado votara en el 90% de las ocasiones a favor del presidente, es el arma más fuerte que empuñan los demócratas en esta carrera presidencial y podría convertirse al final en el lastre de McCain. Por algo los organizadores de la Convención programaron para el primer día una aparición de Bush y su vice Dick Cheney, así McCain tenía luego vía libre para nivelar su imagen. De todas formas, ambos mandatarios cancelaron su presentación en el evento por el huracán "Gustav". Probablemente lo único bueno para McCain dentro de la desgracia.
Una y otra vez los medios estadounidenses, como el diario "The Washington Post", atestiguan que McCain recupera la imagen de "Maverick" (independiente rebelde). De todas formas, el periódico advierte: "Cuando pase el alboroto (por Palin), comenzarán las preguntas difíciles sobre ella. Las respuestas reflejarán su capacidad. Y representarán el veredicto de McCain".
GABRIELE CHWALLEK
DPA