JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- El intendente Rubén Campos denunció que una interna policial está afectando la seguridad de los juninenses, con "acciones insólitas o con exasperante inacción", lo cual compromete la prevención sobre los delitos contra la propiedad y el tráfico y consumo de drogas, que "precisamente son los que más nos preocupan y queremos combatir. Aquí está claro que se ignora al poder político -añadió-, y que hay jefes policiales que quieren hacer lo que les venga en gana".
Asimismo, reveló con sorpresa la "desaparición, sin explicaciones, de las cámaras fijas especiales" que había instalado la propia Policía en el puesto Chimehuín de la ruta 234, para consolidar la vigilancia de las personas y vehículos que ingresan y egresan de la localidad.
En ese sentido, señaló que "no se trata de una cuestión paranoica, sino que tenemos en claro que el circuito de la droga se mueve en Junín de los Andes por la ruta troncal que atraviesa la ciudad, de la misma manera que los delincuentes que hacen su agosto en las vacaciones, utilizan la ruta como vía de escape...".
"No entendemos qué pasó con las cámaras, que pasó con los acuerdos a los que arribamos para instalar otro puesto de control en proximidades del barrio Jardines del Chimehuín, sobre el puente del Curruhué", dijo Campos. La iniciativa había surgido como consecuencia de la seguidilla de robos y hechos de violencia desatados en ese barrio residencial de Junín, en junio pasado.
Desde entonces, el jefe municipal recordó que
"hemos venido trabajando este tema con la Regional local de Policía, con el jefe de la Policía provincial, con el que tenemos una excelente relación, con los vecinos, con Vialidad...
Obtuvimos el compromiso de las instituciones participantes, pero a la hora de las concreciones... nada".
Con ese fin, el municipio había comprado los conos "flip flop", los cableados para las luces destelladoras, la casilla para que se instalasen los agentes. Todo fue puesto sobre la ruta, "pero los policías van en el día, hasta la caída de la tarde, y dejan el puesto abandonado cuando más se los necesita, que es en las horas de la noche, especialmente los fines de semana, que es cuando se produce el grueso de los problemas, según lo demuestran los registros estadísticos".
En cambio, dijo Campos, "inexplicablemente aparecieron en el acceso a Junín de los Andes los autos siniestrados que originalmente estaban en el ex matadero, poniéndolos a la vista de todo el mundo que llega a Junín... Me huele a una represalia por nuestra actitud de estar permanentemente ocupados con estos temas, que por allí molestan".
Por último, recordó que "la Policía provincial y el municipio hemos coordinado cursos de capacitación para el uso del acoholímetro, y se proveyó un aparato para Junín con un costo de 20.000 pesos, pero hasta ahora nunca se utilizó".