El tribunal oral que lleva adelante el juicio por la tragedia de Cromañón completó hoy la lectura de la indagatoria que prestó en 2005 la ex subsecretaria de Control Comunal del Gobierno porteño Fabiana Fiszbin, quien repartió responsabilidades en el defensor del pueblo adjunto, Atilio Alimena; en Callejeros y hasta en el macrismo.
En el comienzo de la sexta jornada del juicio, Fiszbin sugirió que por sus "intereses políticos" que vinculó "con el macrismo", el ombudsman adjunto Alimena le "ocultó información" sobre locales nocturnos que funcionaban con habilitaciones de bomberos vencidas. "Tengo la certeza de que Alimena me ocultó información. El recibía mensualmente un informe de la Superintendencia de Bomberos sobre los boliches Clase C y nunca me la mandaba. Quería beneficiarse políticamente y estaba ligado al macrismo", embistió la ex funcionaria.
Sin embargo, esa declaración –formulada ante el ex juez de la causa Marcelo Lucini en 2005- pareció quedar desvirtuada por el relato que la semana pasada efectuó una subalterna de Fiszbin, Ana María Fernández, quien recordó que después de que Alimena advirtiera en mayo de 2004 sobre la situación irregular en discotecas fueron enviadas intimaciones para que normalizaran la situación.
De hecho, Fernández recordó que Cromañón había enviado los papeles requeridos y estaban en regla, por lo cual a la hora de priorizar qué lugares se debían inspeccionar la discoteca de Once no figuró en los primeros procedimientos. Fiszbin también dijo que Alimena "tenía relación con empresas que asesoraban a los bomberos", pero en un juicio relacionado –aunque no directamente- con Cromañón, en el que fueron condenados bomberos y empresarios, el ombudsman adjunto quedó excluido de cualquier imputación.
Según la ex funcionaria, no sólo Alimena le habría ocultado información: también "distintas oficinas" que dependían de su área aunque no directamente de ella, y la Comisaría Séptima, con jurisdicción en la zona en la que funcionaba Cromañón. En cuanto a Callejeros, Fiszbin consideró que "alguna responsabilidad deben tener" y dejó entrever que los integrantes de la banda alentaban el uso de pirotecnia durante sus recitales.
La primera parte de la audiencia –en la primera etapa del juicio- se cerró con la lectura del ex Director General de Fiscalización y Control del gobierno porteño entre octubre y diciembre de 2004, Gustavo Torres. El ex funcionario explicó que permaneció en el cargo durante muy poco tiempo y en ese lapso no se enteró de las advertencias de Alimena, ni tampoco de las intimaciones que se mandaron a los locales bailables a partir de ello.
Durante su gestión e incluso desde antes, desde noviembre de 2003, refirió que no hubo "quejas ni denuncias de particulares sobre Cromañón". Con esos argumentos, negó que sobre su función recayera el "deber de cuidado" por Cromañón: "no existía previsibilidad sobre los riesgos, por lo cual yo no tenía el deber de cuidado", explicó.
Por la tarde, tras un cuarto intermedio para el almuerzo, el tribunal comenzará a leer las conclusiones de una pericia arquitectónica realizada en el local en el que funcionó Cromañón hasta la trágica noche del 30 de diciembre de 2004.
Fuente: DyN