La generadora rionegrina Turbine Power volvió a registrar ganancias en la primera mitad de este año después de años de pérdidas acumuladas por 122.000.000 de pesos,
La suspensión del contrato de abastecimiento con Edersa y los mejores precios del mercado mayorista fueron claves para revertir los resultados económicos.
Turbine Power se licitó, adjudicó y construyó como garantía de abastecimiento del sistema rionegrino, pero fue decidida en tiempos de sobreoferta energética (en 1995).
Cuando su principal cliente, la empresa de distribución de luz de Río Negro, se privatizó, el gobierno de Pablo Verani le otorgó una tarifa preferencial que hizo que los habitantes de la provincia pagaran un sobrecosto hasta finales del 2001, cuando el esquema fue frenado por la Justicia en protección de los consumidores.
Entre enero y junio de este año, la empresa tuvo una ganancia neta de 4.122.892 pesos contra la pérdida registrada en el primer semestre del 2007, de 16.980.937, según surge de los estados contables de la compañía.
Hasta hace unos meses, Turbine estuvo paralizada por falta de abastecimiento de gas y debía comprar en el mercado mayorista la energía que le vendía a Edersa, un esquema que resultó ruinoso.
En enero comenzó a generar, pero a mediados de abril y durante dos meses la planta estuvo frenada, esta vez para el mantenimiento estacional. Aun así, generó 291 gigavatios hora (GWh), lo que le permitió facturar 28.187.088 pesos, a 96 pesos el megavatio hora (MWh).
En el primer semestre del 2007 las ventas de la empresa habían sido de 8.542.529 pesos en concepto de 187 GWh, a razón de 45 pesos en MWh, un 50% menos que ahora.
Ahora que las ventas de Turbine Power no son a Edersa sino al mercado, pudo "obtener una ganancia operativa ordinaria de 1.389.492 pesos, contra una pérdida operativa ordinaria de 12.205.538 pesos, ocurrida en el mismo semestre del año anterior", se lee en el informe.
De todos modos, la situación dista mucho de ser la ideal para la empresa porque mantiene un largo litigio con Edersa por el precio de la energía desde principios del 2002 hasta el momento en el que, de común acuerdo, suspendieron el contrato de abastecimiento, en el 2007.
Lo que está en juego son 151.037.690 pesos, una suma de dinero que, colocada en el pasivo de cualquier de las dos, pondría en riesgo sus finanzas, como lo están en este momento las de Turbine Power. Claro que Edersa presta un servicio público de primera necesidad y la generadora, no.
Una solución para Turbine podría ser la ampliación de la planta para transformarla en un ciclo combinado, que no sólo haría más eficiente su producción sino que además le permitiría cobrar por la electricidad extra generada un precio muy superior, según el programa que promueve el gobierno nacional, Energía Plus.
