"Las escuelas comunes tienen que saber que deben abrirse a la integración y las escuelas especiales poder salir de este espacio para trabajar en la educación especial y asesorar en la escuela común. No para hacer doble matrícula, exigiéndole al alumno que vaya a dos escuelas. El alumno tiene que ser de la escuela común y tener un sentido de pertenencia claro en esto. La especial tendrá que dejar de ser escuela para pasar a ser un servicio de apoyo y orientación a la escuela común", menciona María Eugenia Yadarola, presidenta de Fusdai.

-¿Están en contra de las escuelas especiales?, ¿deberían desaparecer? -le preguntó "Río Negro".

-"No es que estamos en contra. Las escuelas especiales surgieron por la necesidad de mostrar que un alumno con discapacidad era un ser educable. Antes se pensaba que ni siquiera eran educables, incluso había toda una concepción que se consideraba que los niños con Síndrome de Down eran entrenables. La escuela especial cumplió una función fabulosa en esto. Ahora tenemos que dar otro paso. Y para eso la escuela común tiene que transformarse en inclusiva y la especial tendrá que transformarse en un servicio de orientación a la escuela común. Sin duda eso va a ser un proceso lento" .