Sábado 30 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
Por la inclusión del niño Down en la escuela común
Presidenta de fundación cordobesa aboga por una integración al ciento por ciento.

CIPOLLETTI (AC).- ¿Cómo lograr la inclusión definitiva de los chicos con capacidades diferentes en las escuelas comunes? Ése fue el eje de la disertación de ayer en el primer encuentro del seminario "Educación para la diversidad", organizado por la Asociación Patagónica Síndrome de Down (Apasido), la Facultad de Ciencias de la Educación y el Consejo Provincial de la Mujer.

"No dejarlos realmente transitar toda su educación en una escuela común parte de una concepción errónea de lo que es la inclusión. La inclusión implica partir no de la dificultad del niño sino de la posibilidad de mejorar el contexto para que cada alumno pueda aprovecharse de esa educación general. Significa no estar diagnosticando qué chico puede o no entrar a la escuela. Todos tendrían que estar en la escuela común porque en esto se benefician todos", comienza diciendo María Eugenia Yadarola, presidenta de la Fundación Síndrome de Down para su Apoyo e Integración (Fusdai).

Esta institución nació hace 18 años en Córdoba, por inquietud de un grupo de padres que buscaban romper prejuicios y viejos esquemas. Lograron incluir a chicos tanto en primarias como en secundarios de esa provincia y hacer un seguimiento de varios casos en otras del norte del país.

¿Cuál es la clave para lograr la inclusión? Yadarola insiste: "necesitamos partir de no clasificar qué niños sí y cuáles no". Todos deben ingresar al aula común, compartir con sus compañeros y tener un mismo docente, no un profesional de apoyo en el interior del salón de clases que de alguna manera termina marginando, discriminando al alumno con discapacidad.

El asesoramiento profesional está afuera, destinado puntualmente para los docentes "comunes" y "no para reemplazarlo en su tarea, sino para ir orientando, colaborando en esta adaptación curricular", menciona la doctora en Ciencias de la Educación.

Comenta que en las primarias el equipo de apoyo -porque no es un solo profesional- asiste una vez por semana para asesorar al maestro. En las secundarias dos veces porque la idea es que al menos una vez cada 15 días tenga contacto con los referentes en cada una de las materias. ¿Cómo es la enseñanza? El niño o el adolescente está la jornada completa compartiendo con los demás y tiene un sistema de evaluación y acreditación flexibilizado a partir de la incorporación de adaptaciones curriculares. Va promocionando "en forma directa" junto con sus compañeros.

"Si nosotros tenemos un niño con síndrome de Down evidentemente es un niño que va a tener dificultades intelectuales como para apropiarse en la misma medida que sus compañeros comunes. No quiere decir que no aprenda. Nosotros hoy tenemos muchos egresados del secundario común, chicos con Síndrome de Down, con más o menos dificultades, que han podido apropiarse de todos y cada uno de los contenidos curriculares: química, física, gestión administrativa contable, etc.", relata Yadarola.

 

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