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Morales no quiere condiciones de cobistas | ||
El titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, aseguró ayer que no aceptará que el sector del vicepresidente Julio Cobos le imponga "condiciones" para un futuro retorno al radicalismo y ratificó que impulsará una reforma partidaria para eliminar a las "burocracias que se oponen a los cambios" en la fuerza. El radicalismo entró en la cuenta regresiva hacia la Convención Nacional que tendrá lugar el 3 y 4 de octubre en la ciudad cordobesa de Mina Clavero, y ya comenzó a dar un debate interno sobre los ejes que se discutirán en la reunión de la máxima institución partidaria, que tiene lugar cada dos años. Según explicó Morales, se tomarán en cuenta dos líneas de debate que tendrán como fin, por un lado, determinar los principales problemas de la política nacional y definir cuál es el rol del partido en ese sentido y, por el otro, organizar un "mecanismo de apertura" para los rebeldes que quieren retornar. No obstante, aclaró que la flexibilización de la postura del Comité no derivará en una "amnistía total" como pretenden algunos sectores ligados al alfonsinismo y los propios cobistas, sino que habrá ciertos "límites", como la necesidad de adherir a la postura opositora del partido y no ser funcionarios del gobierno nacional. El jueves, Cobos y sus aliados mendocinos comenzaron a programar el retorno y concluyeron en que no aceptarán una vuelta del grupo excluyendo al vicepresidente, como sugieren desde el Comité. "No vamos a aceptar que nos pongan condiciones, tienen que tener más humildad los cobistas", opinó Morales, quien también criticó a quienes "quieren colgarse del saco de Cobos" para sacar un rédito político tras el repentino crecimiento de la imagen del mendocino. Para sostener esta apertura, Morales considera imprescindible emprender una reforma de la carta orgánica, para implementar mecanismos que aumenten la participación de los afiliados en la elección de las autoridades radicales. La propuesta consiste en establecer un sistema de nominación de candidatos a presidir el Comité y la Convención, de manera que sean sometidos a consideración de los afiliados y voten indirectamente, de la misma forma que se elegía presidente antes de 1994. Así, ganaría relevancia la decisión de los afiliados por sobre los convencionales y delegados nacionales, debilitando algunas estructuras que mantienen una representación histórica en los órganos del partido. | ||
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