| MADRID (DPA).- La aerolínea Spanair barajó cambiar antes del despegue, el avión que la semana pasada se estrelló en el aeropuerto de Madrid-Barajas, dejando 154 víctimas mortales y 18 supervivientes, según dijo ayer la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez. Después de que el avión recibiera permiso para despegar cuando se encontraba en la pista, el comandante decidió regresar al aparcamiento tras percatarse de un problema en el sensor que mide la temperatura externa. Entonces fue cuando la compañía, filial de la escandinava SAS, barajó el cambio de aeronave, pero lo descartó y decidió que el servicio técnico lo revisara, indicó la ministra, quien ayer compareció en una comisión del Congreso de los Diputados para explicar las gestiones tomadas tras el siniestro. Los técnicos desconectaron entonces el sistema averiado y el avión, un MD-82 que tenía como destino Las Palmas de Gran Canaria, regresó a la pista. "La compañía indicó al aeropuerto la posibilidad de sustituir la aeronave", dijo Álvarez, pero luego "también comunicó al centro de inspección aeroportuaria que continuaba con la aeronave". | |