ALLEN (AA).- El conflicto entre el Ejecutivo allense y los empleados municipales por el pedido de aumento salarial continúa acrecentándose. El paro de actividades lleva cinco días y todavía no se avizora un acuerdo entre las partes.
Ayer por la mañana la protesta alcanzó su punto máximo de tensión cuando un grupo de agentes municipales arrojaron una bolsa de ñoquis justo en la puerta del despacho del intendente, Graciano Bracalente.
Además hubo gran malestar entre vecinos y comerciantes de la zona céntrica por la quema de neumáticos frente al municipio y el corte de calles.
Las negociaciones entre los gremios y el Ejecutivo local están estancadas y con pronóstico reservado. Es que la medida de fuerza adoptada, fundamentalmente por los trabajadores agremiados al SOYEM, se mantiene firme y sin declinar el pedido de aumento salarial del 30 por ciento el básico.
Si bien esta semana hubo un principio de acuerdo entre Bracalente y los representantes de SOYEM y UPCN para levantar la medida de fuerza por cuatro días hábiles y luego retomar las conversaciones conciliatorias, las bases rechazaron ese pacto y optaron por seguir con paro de actividades y manifestaciones en el edificio de la municipalidad.
Ayer se cumplió el quinto día se huelga y también se ratificó que los días no trabajados por los empleados no serán abonados por el municipio.
A media mañana un grupo de trabajadores municipales llegaron con bombos y redoblantes hasta la puerta del despacho de Bracalente y, aprovechando que era día 29, arrojaron una bolsa de ñoquis justo en sector de acceso.
El malestar del intendente pudo apreciarse claramente en su rostro cuando, al abrir la puerta de su despacho, se encontró con una veintena de solitarios ñoquis reposando sobre el piso. No le quedó otra que aplastarlos para poder salir.
La protesta de los municipales ya generó malestar entre los vecinos de la ciudad. Ayer se cortó la calle Tomás Orell y se vio interrumpido el tránsito sobre la principal arteria céntrica de Allen. También los comerciantes del lugar se quejaron en varias oportunidades por el humo de la quema de cubiertas, pero a pesar de que se violó una ordenanza que sanciona ese accionar, el Juez de Faltas no tomó ningún tipo de medida al respecto.
Desde el Ejecutivo, Bracalente señaló en la semana que "nosotros firmamos un acta con la Inspectoría de Trabajo conjuntamente con los gremios, entonces yo entiendo que hay algunas irregularidades y que se está transgrediendo la ley de Trabajo 3.803". Además, el intendente recordó que el Ejecutivo ya concretó en lo que va del año un aumento salarial del 22 por ciento, de los cuales un 16 por ciento ya se cumplió y el 6 por ciento restante se efectuará en octubre. "Estamos trabajando para hacer una propuesta complementaria" indicó.
El conflicto entre los trabajadores estatales y el municipio tendrá una nueva instancia de diálogo recién el martes a las 10, cuando gremialistas y representantes del Ejecutivo vuelvan a verse las caras en otro encuentro conciliatorio que se llevará a cabo en la Inspectoría de Trabajo.