NEUQUÉN (AN).- Una joven de 21 años acusada de matar a su hijo recién nacido, irá a juicio oral en las próximas semanas, luego que la Cámara de Apelaciones confirmara su procesamiento con prisión preventiva por homicidio calificado.

El hecho ocurrió en mayo pasado. La investigación comenzó cuando el bebé apareció apuñalado en un basural ubicado en la calle Catriel al fondo, y a través de una serie de datos se llegó a la presunta madre que reside en el barrio Gregorio Álvarez. El juez de la causa, Mauricio Zabala, espera el resultado de algunas pericias científicas -entre ellas el resultado de un ADN- para cerrar el caso y elevarlo a juicio oral.

Los defensores oficiales de la imputada, a la que se identifica por las iniciales J.G.A., plantearon objeciones al procesamiento. Entre otros puntos indicaron que "el plexo probatorio es insuficiente para dar por probado un homicidio simple pues nadie vio a la joven parir, ni constató su embarazo, ni vio que ocultara el feto y la placenta mediante el accionar que se le endilga. También resulta llamativo que ninguno de los siete habitantes del domicilio donde reside hubiese escuchado ruidos o percibido que en algún momento se producía el parto".

Indicaron además que "no se ha probado el vínculo biológico y jurídico del feto con su defendida, ni el dolo directo ni el peligro de entorpecimiento de la investigación y/o fuga" que justifiquen la prisión preventiva.

La Cámara, con el voto principal de Richard Trincheri al que adhieren Héctor Rimaro y Daniel Varessio, señaló que "el cuerpo del niño fue ocultado o escondido en un intento por hacer desaparecer las consecuencias de lo acaecido a partir de un parto vivenciado en precarias condiciones". Y ratificó el vínculo entre madre e hijo, por lo que confirmó que se trata de un homicidio calificado.

Además ponderó cuatro elementos "de vital trascendencia": junto al cuerpo en el basural había un cartón con el nombre de la imputada; el informe médico clínico reveló que la joven tenía un estado físico "compatible con embarazo previo"; la autopsia determinó que el bebé nació vivo y murió a causa de una herida de arma blanca en el cuello, y la pericia psicológica a la detenida dio como resultado que comprendía sus actos.

"Llama la atención -admite la resolución- que los demás ocupantes del mismo inmueble que la imputada ignoraran su estado de embarazo. Ello seguramente será develado con la profundización de la investigación, al igual que la aclaración sobre el móvil de la muerte producida".