NEUQUÉN (AN).-La última cita con el público argentino fue en el Ruca Che. Y Ricardo Montaner apenas se hizo rogar. A las diez y veinte, sobre un fondo negro, sólo el baterista y el guitarrista tocaron los primeros acordes de "Tu piano y mi guitarra". Un preámbulo que anunciaba el show. Sobre todo cuando el telón cayó y allí, rodeado por la banda (siete músicos y tres coristas), apareció él para delirio de las mujeres que asistieron a la cita con el romanticismo hecho canción.
En medio de una escenografía formada por tres gigantografías de fotos urbanas y una pantalla enorme que mostraba fotos del músico, Montaner le regaló a los cuatro mil quinientos espectadores -en su mayoría mujeres treintañeras- los temas de su último disco, "Las mejores canciones del mundo. Volumen 2". Un CD que ya presentó en todo el país y con el que llenó diez veces el Luna Park, en Buenos Aires.
Pero también se dio el gusto de revisar sus viejos temas como "Ansiedad", él solo con su guitarra, para crear un clima intimista. Y sólo después las saludó, con un breve "Buenas noches, Neuquén". Antes de despedirse fue un poco más elocuente y le sumó un "Viva Argentina, viva Neuquén y las manzanas de Río Negro".
Como ya había hecho en los recitales anteriores, hizo su propia versión de "Penumbras", de Sandro, mientras el ídolo que hace unos días cumplió años aparecía en las fotos. Ellas, agradecidas, gritaron y le demostraron su fanatismo con unas enormes pancartas que confirmaban su devo