BUENOS AIRES (Télam).- Una docente que se encontraba en grave estado tras haber sido baleada en la cabeza, por dos delincuentes que la atacaron delante de su hijo en la puerta de su casa de la localidad bonaerense de Castelar, murió anoche, informaron fuentes policiales y judiciales.
Los investigadores siguen todas las pistas posibles, aunque por el momento no creen en el móvil del robo y se inclinan por un posible crimen por motivos pasionales, ya que la mujer atravesaba un complicado proceso de divorcio.
El ataque se registró el miércoles a la mañana cuando la víctima, identificada por la policía como Andrea Gabriela Pajón (39), se disponía a subir a su auto, estacionado en el garaje de su casa ubicada en Pasadores al 3.600, del barrio San Juan, de Castelar sur, en la zona oeste del conurbano.
En ese momento, la mujer se encontraba junto a su hijo de 13 años, a quien iba a llevar al colegio, tras lo cual tenía previsto ir a dar clases como docente a otra escuela de la zona.
Según las fuentes, cuando la mujer estaba por abordar su vehículo, dos hombres se le acercaron imprevistamente y sin mediar palabra uno de ellos la arrojó al suelo y, tras prácticamente apoyarle un arma de fuego detrás de la cabeza, le disparó. Luego del ataque, los delincuentes escaparon del lugar sin robarle nada a la víctima, que quedó tendida en el suelo, delante de su hijo adolescente, que resultó ileso.
Una vecina de Pajón contó ayer que ella estaba dentro de su casa, ubicada a pocos metros, cuando escuchó el disparo y su marido salió a ver que ocurría. "Mi esposo vio a la mujer herida de bala en el suelo, pero consciente, y preguntaba por su hijo. Y a los dos agresores que salían a la carrera", dijo la mujer, que indicó que esos hombres "tenían unos 30 años y vestían buzos color azul".
Hasta el momento, dado que a la mujer no le sustrajeron nada, ni los efectos personales que llevaba consigo ni su auto, los pesquisas no creen que el robo haya sido el móvil del hecho.
En cambio, a partir de algunas pruebas y testimonios obtenidos hasta el momento, los investigadores determinaron que la mujer estaba en pleno proceso de divorcio, aunque se halla separada de hecho desde hace dos años. Las fuentes dijeron que el esposo de la mujer, de 43 años y domiciliado en San Justo, fue denunciado en varias oportunidades por maltrato físico a Pajón, a quien comenzó a hostigar y amedrentar cuando se separaron, por lo los detectives apuntan a que el ataque pudo haber tenido un motivo pasional.