NEUQUÉN (AN).- La Cámara de Apelaciones confirmó la prisión preventiva de dos policías acusados de violar a una compañera, dieron credibilidad a la denuncia de la víctima y ratificaron la validez de las otras pruebas reunidas durante la investigación. De esta manera, ambos imputados quedaron en ser condiciones de ir a juicio oral acusados de "abuso sexual con acceso carnal calificado por la participación de otra persona", en carácter de autor y de partícipe necesario respectivamente.
Los hechos ocurrieron el 28 de setiembre del año pasado cerca de Centenario, en el interior de un automóvil. Pero las detenciones se produjeron recién en junio, cuando llegaron los resultados de un examen de ADN.
Uno de los argumentos de la defensa es que la relación sexual fue consentida. Pero la Cámara señaló: "no está demás expresar lo extraño que resulta observar en las placas fotográficas de la mujer, lesiones en brazos, piernas, nuca y mucosa yugal, si ésta se hubiera prestado a prácticas sexuales de común acuerdo. Este consentimiento no puede extraérselo de circunstancias tales como que (la víctima) no rompió partes del automotor, ni produjo daño en el cuerpo o vestimenta de los agresores".
El camarista Héctor Rimaro, autor de esos conceptos, indicó también que "por miedo" la mujer policía pudo demorar en hacer la denuncia, que presentó varios días después.
"Debería respetarse su decisión"
Por su parte el camarista Richard Trincheri se ocupó de refutar otro de los argumentos de la defensa, vinculado con la vida sexual de la víctima. Al respecto, señaló que la mujer "podría tener encuentros sexuales con otras personas y poder elegir no tenerlos con los imputados, e igualmente debería respetarse su decisión y castigarse cualquier acto que vulnerara su libertad de elegir con quien relacionarse. El bien jurídico protegido es la libertad sexual", remarcó.
El expediente, radicado en el juzgado de Instrucción 5, podría ser elevado en las próximas semanas a juicio oral.
Los dos policías imputados también fueron noticia días atrás cuando se supo que se habían entrevistado -en su lugar de detención- con Ladislao Simon, el defensor del cabo primero José Darío Poblete, condenado por el asesinato de Carlos Fuentealba.
En esa oportunidad le dieron información en contra de la fiscal Sandra González Taboada, la misma que pidió sus detenciones.
Las circunstancias en la que Simon acompañado por una escribana entró a la cárcel para hablar con ellos, son materia de otra investigación.