PESHAWAR, Pakistán.- Una bomba estalló ayer al paso de un micro que transportaba policías y trabajadores gubernamentales en el noroeste de Pakistán, matando a ocho, mientras los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los extremistas causaron 25 muertes.
Más de 200 personas ya han muerto por bombardeos suicidas y choques armados desde que el ex presidente Pervez Musharraf, un viejo aliado estadounidense, renunció como presidente el 18 de agosto, activando una lucha por el poder que causó el derrumbe la coalición que gobierna el país.
El partido encabezado durante largo tiempo por la asesinada ex primera ministra Benazir Bhutto ahora está en posición de dominar el gobierno y está endureciendo su posición frente a los extremistas islámicos.
El estallido de la bomba del jueves incineró el automóvil estacionado donde estaba oculto el explosivo y dejó un cráter grande en medio de un largo puente de concreto cerca de la ciudad de Bannu, en la provincia fronteriza del Noroeste.
La fuerza de la explosión hizo que el autobús atravesara una baranda del puente y cayera dando volteretas unos 10 metros hasta un río casi seco.
El vehículo quedó reducido a un montón de escombros quemados completamente. Jalil Kan, el director de la policía local, dijo que el autobús se dirigía a una prisión local para recoger a varios presos. (AP)