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LA SEMANA EN RÍO COLORADO: Un anunciado quiebre | ||
ALBERTO TANOS (betotanos@yahoo.com.ar) | ||
El duro cuestionamiento al Concejo Deliberante por parte del intendente Juan Alfonso Villalba en su mensaje del pasado miércoles, dejó claramente evidenciado un quiebre entre los dos poderes, que por otra parte era de esperarse por como venían las relaciones. Las acusaciones del Ejecutivo en el sentido de que está cansado de que le obstaculicen sus proyectos, abre la posibilidad de analizar distintos aspectos. Porque es sabido que la interna del partido gobernante juega un papel importante en este accionar, teniendo en cuenta las aspiraciones de algunos de ellos en ocupar el salón comunal a partir del 2011. Por el lado del Deliberante se puede decir que está compuesto por dos representantes del Frente para la Victoria, dos de Convocatoria Ciudadana y tres del radicalismo, de los cuales la mayoría de ellos pertenecen a una línea distinta al Ejecutivo comunal. El titular de Deliberante, Jorge Martínez Iturmendi, es un hombre que responde a los hermanos Machado, que en estos momentos no están con la Concertación y por lo tanto se encuentran alejados de Villalba, aunque vale recordar que Oscar Machado -actual concejal- tuvo una intervención importante en el regreso de Villalba al sillón comunal. Claro, estos son los vaivenes de la política que provoca que los hombres cambien de opinión y nos llenen de sorpresas al comprobar que los que ayer estuvieron unidos, hoy están alejados y enfrentados. Pero volviendo al Concejo, se puede decir que según lo actuado, ha obrado más como oposición que como acompañamiento y generador de proyectos que beneficien a la sociedad. En ese sentido, vale indicar que algunos de los actuales ediles ingresan por primera vez y es notable su falta de experiencia, mientras que otros ya han estado y muy poco han aportado, por lo que no debería haber mucha expectativa en cuanto a su labor. Por lo mencionado, no es difícil suponer que al Concejo Deliberante le falta mayor protagonismo en temas fundamentales para el crecimiento y desarrollo de la zona y de esa manera ir mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Es evidente que el ritmo que se pretende imponer desde el Ejecutivo no es igual al del Concejo Deliberante, y esto se sustenta en el tiempo que pasan los expedientes que envía el Ejecutivo en las comisiones, mientras que los que ingresan desde los bloques, aún los más banales, salen muy rápido y a veces en la misma sesión en que son presentados. Es sabido que el intendente Villalba es una persona con mucho empuje y desde el inicio de su gestión se ha propuesto concretar importantes proyectos de desarrollo, ya sea productivo, social o del ámbito educativo. En el camino ha tomado medidas fuertes, que causaron ásperas discusiones en su momento, como el caso de la prohibición del ingreso del tránsito pesado a la zona urbana para resguardar los servicios subterráneos, las arterias asfaltadas y las estructuras de las viviendas. Con el correr del tiempo, algunas de estas mismas voces que se alzaron en contra se han sumado a la propuesta de la playa de carga y descarga, y hoy aguardan la posibilidad de adquirir un lote en el predio para trabajar dentro del sistema. Pero esta autorización para venta de lotes también permanece inalterable en el seno del Deliberante. Villalba también se ha ocupado de darle un cambio a la estética de la ciudad, creando espacios verdes y elementos que favorezcan el embellecimiento general. Para ello también ha debido enfrentar choques con el legislativo, especialmente con la ahora admirada obra del Parque Laguna. Y también es cierto que, en virtud a su fuerte personalidad, se excede en sus metáforas y a menudo su empecinamiento en temas puntuales no admite modificaciones de ningún tipo. La comparación de su gestión de gobierno con una topadora que pasará por encima a quienes quieran poner piedras en el camino sonó muy belicosa a los oídos de la oposición y de la comunidad. Aunque no le sea grato a Villalba, debe aceptar el disenso buscando aunar criterios para gobernar con todas las instituciones y allí también deberá poner su empeño y capacidad para encontrar los senderos que desemboquen en una convivencia equilibrada. Río Colorado cuenta con un intendente que avanza a alta velocidad para concretar sus proyectos "porque mañana habremos perdido un día" afirma siempre y, como contracara, el Legislativo se toma todo el tiempo del mundo para aprobarlos. Esta rotura del mandatario con el Concejo seguramente le limitará su accionar, porque existen normas que debe respetar y en las cuales el Legislativo no debe estar ausente. Tal como están las cosas, sería casi una obligación que se abra una mesa de diálogo entre los dos poderes donde haya un sinceramiento real de ambas partes para luego establecer coincidencias que permitan llevar a cabo un trabajo conjunto en beneficio de toda la comunidad. Si así no se entiende, seguramente sus vecinos y la historia serán los que los juzgarán por sus actitudes y conductas.
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