VIEDMA (AV).- Los porta-preservativos se están imponiendo en la distribución hospitalaria, como un método destinado a crear el hábito de contar con un resguardo excepcional en el control de las relaciones sexuales improvisadas y que puedan generar riesgos innecesarios en la salud.
La campaña está relacionada con que de 100 hombres, unos 70 no usan dispositivos de látex como barrera, según los relevamientos efectuados por el Ministerio de Salud. La edad fértil de las mujeres rionegrinas oscila entre los 10 y 49 años y existe cierta infinitud en el caso de los hombres. Las planificaciones oficiales develan la necesidad de distribuir unos 400.000 sobres en forma anual.
Se busca arraigar la costumbre de los vendedores callejeros que ofrecen adminículos para la "cartera de la dama y la billetera del caballero", sobre todo habida cuenta que el 50,9% de la población de la provincia es de sexo femenino.
La intención es acompañar la fecundación responsable y alertar sobre enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el HIV-sida, cuando la cotidianidad provoca que muchos queden expuestos a relaciones múltiples con sus congéneres.
La coordinadora del programa rionegrino de Salud Reproductiva, Gabriela Perotti, explicó a "Río Negro" que los métodos anticonceptivos se ofrecen dentro de la información responsable en centros de salud como una cuestión de "emergencia" y en carácter de asesoramiento.
Estas tareas se están desarrollando por medio de consejerías integrales, de acuerdo a las características regionales y culturales que presenta la geografía provincial. Una de las observaciones de la realidad es que la actividad sexual debe ponderarse en estos tiempos como una "construcción social".
El mapa a veces se presenta cruento, pues el conflicto no sólo se remite -por caso- a una edición de la Fiesta de la Manzana que concita la atención de numerosas personas en el Alto Valle y que los servicios de salud se deben reforzar con la
distribución de más preservativos, sino también se ha visto con preocupación que la masa migratoria de trabajadores en la construcción de la ruta nacional 23 en la Línea Sur. Este movimiento social-económico obligó a muchas jóvenes a viajar a esa zona como una necesidad de trabajar en la oferta de sexo.
"Hoy debemos mirar y medir el riesgo, y si lo miramos sólo de la conducta de la mujer no es asimilar cómo son las actitudes humanas", planteó la coordinadora.
Razonó que "nosotros debemos trabajar para las utopías porque hoy muchas adolescentes se ven forzadas a tener relaciones a través de la autoimposición, el sometimiento e inclusive el soborno".
Planteó que "hablar de tener relaciones en la actualidad no es sólo un tema de discusión femenina sino de una pareja, por lo tanto desde el área de salud debemos extremar los recaudos para que la gente sepa de sus derechos (a la procreación responsable), si se quiere que se cuide, y si tiene información de los derechos los debe ejercer".
El ministerio está llevando a cabo una registración sobre qué métodos anticonceptivos emplean los usuarios hospitalarios con la única intención de planificar las políticas públicas de autocuidado.
Ante ciertas resistencias y el rubor que genera brindar los datos, y que posiblemente jueguen en forma desfavorable como para que la gente pueda retirar preservativos de los centros de salud, Perotti aclaró que "no está escrito que quienes retiran deban obligatoriamente anotarse en la planilla, simplemente es voluntario brindar la información estadística".