El Senado abrirá mañana la discusión en torno a la reestatización de Aerolíneas Argentinas con la visita del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, quien enfrentó fuertes críticas durante el tratamiento del proyecto en la Cámara de Diputados por el acta firmada con la empresa Marsans.
El proyecto de estatización de Aerolíneas Argentinas será debatido en el recinto de la Cámara de Senadores en la segunda semana de setiembre y el bloque oficialista da por descontado que obtendrá el respaldo de al menos 41 legisladores, una cifra que supera con comodidad los 37 necesarios para tener mayoría propia.
Según un cronograma, todavía provisorio pero en principio acordado con bancadas opositoras, la iniciativa oficialista, que llegó el viernes al Senado, será analizada durante las próximas dos semanas por un plenario conjunto de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Infraestructura, Vivienda y Transporte.
Para la primera reunión plenaria de mañana fue citado el secretario de Transporte y en los encuentros siguientes de miércoles y el jueves tendrán voz los dirigentes de los siete gremios aeronáuticos y una lista todavía indeterminada de técnicos, expertos y funcionarios.
En la primera semana de setiembre, las mismas comisiones senatoriales volverán a encontrarse el martes y el miércoles y, según
como hayan evolucionado las discusiones, los dictámenes llegarán al recinto el jueves 4 de setiembre o, en su defecto, el siguiente miércoles 10.
El oficialismo, que lidera Miguel Pichetto, promoverá la aceptación del texto sancionado por Diputados, en un intento de evitar que deba volver a la Cámara baja y en el convencimiento que la distancia de votos que obtuvo respecto de los opositores (167 afirmativos a 79 negativos) anticipa un clima de opinión general favorable a la propuesta oficial.
En las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Infraestructura, Vivienda y Transporte, que lideran respectivamente el correntino Fabián Ríos, Eric Calcagno y Maillman, el kirchnerismo tiene garantizado los 8 votos que les da quórum propio para deliberar y la mayoría para suscribir el dictamen que llegará primero al recinto.
Los principales referentes de la bancada kirchnerista confesaron que recibieron con alivio la eliminación de los dos puntos más controvertidos del proyecto oficial del gobierno de Cristina Fernández: la eliminación del acta-acuerdo firmado con el grupo Marsans y la intervención del Congreso en la fijación del precio de compra de las acciones de las aerolíneas.
Aseguraron que la suspensión de esos artículos apaciguó los ánimos caldeados que habían comenzado a bullir en el seno del bloque oficialista y amenazaba con repetir un escenario similar al del 17 de julio, cuando la defección de 8 senadores kirchneristas, que votaron en contra de las retenciones móviles, provocó un empate con la oposición, y vicepresidente Julio Cobos terminó inclinando la balanza contra la voluntad del gobierno nacional. (DyN)