La policía iraquí presentó a los periodistas a una jovencita que detenida mientras portaba un chaleco cargado de explosivos y la apremió a confesar que proyectaba lanzar un ataque, en una videograbación difundida el lunes. La muchacha pareció desconcertada pero negó las acusaciones.
Indicó que nunca había sido su intención realizar el ataque y que deseaba quitarse el chaleco con explosivos. Pese a eso, el arresto del domingo acrecentó la preocupación sobre un incremento de mujeres iraquíes dispuestas a inmolarse. La cifra de atacantes suicidas pertenecientes al sexo femenino pasó de ocho en 2007 a 29 este año, según autoridades del ejército de Estados Unidos.
Las circunstancias del arresto de la muchacha son confusas. Se invitó a periodistas a asistir a su interrogatorio el domingo por la noche. El video del interrogatorio fue difundido el lunes. La muchacha dijo que su primer nombre era Rania y que había nacido en 1993. Su diálogo con la policía permitió obtener algunos datos de una adolescente presuntamente reclutada por insurgentes. No quedó claro, sin embargo, hasta qué punto sus respuestas fueron formuladas por temor o influidas por la presencia de los periodistas.
La jovencita fue detenida el domingo en la ciudad de Bakuba, capital de la provincia de Diyala y un bastión de al-Qaida en Irak. En Diyala se vienen registrando los peores episodios de violencia en Irak, en tanto en el resto del país los ataques parecen haber disminuido de manera significativa.
Un agente de la policía iraquí dijo que la familia de la muchacha era conocida por dar respaldo a al-Qaida en Irak y que su padre realizó un ataque suicida. El funcionario pidió no ser identificado pues carecía de autorización para hablar con la prensa.
Fuente: AP
