La ministra de Salud, Graciela Ocaña, reconoció hoy que es "muy difícil controlar" a quienes efectúan aportes financieros a las campañas electorales, como hizo Sebastián Forza, el empresario asesinado que donó 200 mil pesos para la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, recordó que igualmente a la empresa de Forza, el laboratorio Seacamp, lo dio de baja cuando constató irregularidades relacionadas con la adulteración de medicamentos. "Yo le di de baja" en abril pasado a Seacamp, que era proveedora del PAMI, recordó Ocaña, quien señaló que "nadie me llamó para decirme que no (sancionara) a esa empresa porque puso (dinero) en la campaña".
La ministra, en diálogo con radio Continental, aseguró que "se recibió el dinero, pero yo lo di de baja (al laboratorio), nosotros no miramos en el listado de aportantes antes de tomar una decisión". "Tomamos las decisiones que hay que tomar sin ningún tipo de limitación", aseveró, tras lo cual remarcó que "cuando uno hace colectas a través de cenas, tiene un control muy estricto".
Forza, uno de los tres empresarios que aparecieron asesinados el miércoles 13 de este mes en un zanjón de la localidad bonaerense de General Rodríguez, aportó 200 mil pesos en cuatro cheques para la campaña presidencial de Fernández de Kirchner.
Al respecto, Ocaña manifestó que "yo apuesto mucho al financiamiento público de la política porque es el más transparente" e insistió en que "es muy difícil controlar en cenas y este tipo de cosas" el origen de los fondos.
Fuente: DyN